Leyes, menores y violencia en los Estados Unidos
Escrito a las 11:14 am
Hasta ahora, todos los estados que ha intentado plantear dicha restricción se han encontrado con el mismo insalvable escollo: la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, que protege la libertad de expresión, y que si bien recoge específicamente la protección de los menores contra la pornografía a pesar de no tener la misma una definición claramente establecida (las ya famosas palabras del juez Potter Stewart en 1964 al respecto fueron que aunque no podía definirla claramente, "I know it when I see it", "lo sé cuando la veo"), no hace lo mismo con los contenidos violentos. Así, los siete intentos de desarrollar legislación al respecto han ido chocando, uno detrás de otro, con la misma interpretación de protección de la libertad de expresión, incluso interpretando que la restricción de este tipo de contenidos, ubicuos en otros medios de comunicación y en la sociedad en su conjunto, era negativa de cara al desarrollo de los niños:
"Violence has always been and remains a central interest of humankind and a recurrent, even obsessive theme of culture both high and low. It engages the interest of children from an early age, as anyone familiar with the classic fairy tales collected by Grimm, Andersen, and Perrault are aware. To shield children right up to the age of 18 from exposure to violent descriptions and images would not only be quixotic, but deforming; it would leave them unequipped to cope with the world as we know it"
"La violencia ha sido siempre y sigue siendo un interés central de la humanidad y un recurrente, incluso obsesivo, tema cultural a todos los niveles. Atrae el interés de los niños desde edades tempranas, como bien sabe cualquier conocedor de los cuentos de hadas clásicos recolectados por Grimm, Andersen y Perrault. Proteger a los niños hasta la edad de 18 años de la exposición a descripciones e imágenes violentas sería no sólo quijotesco, sino deformador; los dejaria faltos de preparación para enfrentarse con el mundo tal y como lo conocemos."
El próximo intento, no obstante, se propone defender la restricción desde otro ángulo: plantearla como una cuestión de salud pública y seguridad, del mismo modo que se prohibe el acceso de los menores al tabaco, al carnet de conducir o al alcohol, y su resultado frente a los tribunales está todavía por venir.
El tema me ha llamado la atención. En la ilustración, una escena del Resident Evil 4 Wii Edition, sin duda el juego de este verano en mi casa. Jamás me ha parecido que esté haciendo algo malo permitiendo que mi hija juegue con él, la verdad, ni mucho menos que ello vaya a redundar en que acabe desarrollando algún tipo de personalidad violenta, agresiva o peligrosa de algún tipo. Yo mismo soy bastante balsa de aceite en mi vida normal, y sin embargo tengo una marcada preferencia por los FPS (First Person Shooters) en los juegos. Como he escrito en otras ocasiones, todos los intentos de establecer vínculos causales entre violencia y videojuegos me han parecido, hasta el momento, sensacionalismo mediático barato sin pruebas de ningún tipo. Un juego es un juego, una manera de experimentar con elementos de la realidad de formas que en la propia realidad serían imposibles o difíciles de plantear. Y el planteamiento norteamericano al respecto reflejado en el entrecomillado, la verdad, me ha llamado la atención.
ACTUALIZACIÓN: Vía Wired, lo que la ley no consigue, lo consigue el poder del mercado. Un videojuego, "Manhunt 2" es drásticamente recortado para intentar evitar la calificación de "Adults Only" que le había otorgado la ESRB (Entertainment Software Ratings Board). En el Reino Unido, la venta del videojuego está completamente prohibida a personas de cualquier edad.
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Rodrigo González Fernández
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