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(S-3353/06)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,...
ARTICULO 1º: Declárese de Interés Nacional la producción del arbusto llamado Jatropha Curcas, con el fin de obtener aceite para la elaboración de Biodiesel.
ARTICULO 2º: El Poder Ejecutivo Nacional arbitrará las medidas necesarias por las cuales proveerá de asistencia financiera necesaria a los productores y emprendedores que se dediquen a la actividad productiva comprendida en el ámbito de esta ley para poner en funcionamiento los proyectos mencionados.
ARTICULO 3°: Promuévanse la investigación, el desarrollo y la transferencia de tecnología con el objetivo de obtener mayores rindes y mejoras en la calidad genética para la explotación del Jatropha Curcas.
ARTICULO 4º : El Poder Ejecutivo Nacional establecerá los mecanismos necesarios a través de sus organismos técnicos a los fines de contribuir con la explotación del Jatropha Curcas.
ARTICULO 5º: Invítese a las provincias a adherir a la presente ley, como así también a otorgar beneficios fiscales y crediticios a los productores que se dediquen a la actividad promocionada por la presente ley.
ARTICULO 6º : Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Roberto Basualdo.- Liliana T. Negre de Alonso.
FUNDAMENTOS Señor Presidente:
Según datos científicos, el jatropha curcas (Jatropha Curcas L.) es una oleaginosa de porte arbustivo, perteneciente a la familia de las Euforbiáceas, que tiene más de 3.500 especies. Aunque la verdad menos solemne y más concreta es que el jatropha curcas es un árbol aparentemente inútil y bastante feo. Tan inútil y tan feo que casi llegó a extinguirse en Nicaragua, porque nadie se tomaba la molestia de sembrarlo ni de dejarlo crecer.
Sólo se utilizaba como cerco vivo: sus frutos venenosos ahuyentan el ganado, con lo que se asegura que las reses permanezcan en los pastos. El jatropha curcas no sirve para sombra, porque en el verano cuando el calor aprieta, se le caen las hojas. Ni para leña, porque su madera arde mal. En una palabra, un árbol bueno para nada.
La sospecha de la posibilidad de que era muy bueno para algo llegó desde un lugar insospechado: el África negra. El tempate, árbol originario de la América Latina, había llegado allí en las galeras portuguesas que traficaban con esclavos hacia Brasil.
En los países africanos de Cabo Verde, Madagascar y Malí se utilizaba el aceite de la semilla para la producción de combustible, que servía para consumo y para el alumbrado público. En 1988, y casi por casualidad, llegó a Nicaragua esta información.
El jatropha curcas es un árbol con vocación tercermundista. Sobrevive y crece en las tierras marginales y erosionadas, en las tierras que ya no sirven para la actividad agrícola, porque se agotaron. Existe una variedad traída desde Cabo Verde, que necesita poca agua para crecer: con 200-250mm. de precipitaciones lluviosas por año tiene suficiente, aunque tampoco le molestan las lluvias copiosas de hasta 2 mil mm. por año. En pocas palabras, el jatropha curcas crece donde no crece casi nada y se puede adaptar a la inundación y a la sequía.
En cuanto a la productividad, su vocación es de servicio: empieza a producir de manera rentable al cabo de un año de sembrado, su producción se incrementa año con año durante los primeros 5 años y a partir de ahí se estabiliza en los 30-50 años que le quedan de vida: Año 1 250Kg/ha. De semilla igual a 115 Kg. De aceite Año 2 1000 Kg/ha. De semilla igual a 460 Kg. De aceite Año 4 5000 Kg/ha. De semilla igual a 2300Kg. De aceite Año 6 12 000Kg/ha. De semilla igual a 5520Kg. De aceite
El fruto del jatropha curcas es como una pelotita de ping-pong de color café claro en cuyo interior, envuelta en una cascarita pergaminosa, se encuentran varias semillas del tamaño, forma y apariencia de una almendra, aunque más blancuzca.
Para obtener la almendra, es preciso pelar el fruto. Pero como el jatropha curcas es un árbol para pobres, las peladuras también sirven. No se botan, se almacenan en un tanque especial donde, mediante un proceso natural, se transforman en biogás y fertilizante líquido. En este primer paso, se obtienen las almendras, todavía envueltas en su cascarita pergaminosa de color grisáceo, la que es necesario eliminar. Para ello, se secan las semillas en un horno especial.
Del horno, la semilla pasa a un molino, donde se separa la almendra de la cascarilla. La almendra continúa su proceso y la cascarilla regresa al horno de secado, donde sirve también como combustible, porque aquí nada se pierde. Entretanto, la semilla es prensada y en este paso, se obtienen dos productos. El jugo de la semilla, que es un aceite vegetal que puede ser utilizado en la alimentación humana. Y una torta prensada, que es lo que queda de la almendra después de exprimirla.
Esta torta, que contiene algunos componentes tóxicos, también es muy útil: una vez eliminados los elementos peligrosos, se transforma en un excelente alimento balanceado para el ganado, con un contenido proteínico superior al 50%.
Ingenieros y científicos creen que del aceite de Jatropha se puede obtener combustible. Además, la planta cuida el suelo, crea puestos de trabajo y beneficia a los países con pocos recursos.
Las semillas de la Jatropha tienen la forma de una nuez, aunque son un poco más pequeñas. Cuando su cáscara exterior, que normalmente es de color verde, empieza a tomar una tonalidad amarillenta, las semillas están listas para ser recolectadas. Al retirar la cáscara, encontramos otras tres semillas. Cada una de ellas contiene un 40% de aceite. Fuente de "biodiesel", la Jatropha tiene ventajas naturales y prácticas sobre otros biodiesel hasta ahora producidos.
El aceite de la Jatropha no sería el primer carburante natural que se utilizara en Europa. Hasta ahora, los científicos extraían aceite de otras plantas como la colza, una especie de col, que no crece sobre cualquier suelo ni bajo cualquier circunstancia. Así, la ventaja de la Jatropha ante la colza es su resistencia.
En nuestro país se podrían sembrar de 20 a 50 millones de hectáreas si diéramos con una planta que aguantase un poco el frío. Esto significaría que en siete años seríamos capaces de producir todo el combustible que Argentina necesita, más sobrantes suficientes de biodiesel para ser exportado.
Por todo lo expuesto en estos fundamentos, y considerando la oportunidad de explotación de esta especie, es que solicito a los señores Legisladores que acompañen el presente proyecto de ley.
Roberto Basualdo.- Liliana T. Negre de Alonso.
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