Santiago de Chile, 23 de febrero de 2007. (Ecoceanos News) Organizaciones de la sociedad civil vinculadas a los temas de conservación y manejo sostenible de los ecosistemas y recursos marinos, junto a consumidores, comunidades costeras y federaciones de trabajadores, solicitarán al Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) la entrega formal de los nombres de las compañías productoras de salmónidos de cultivo involucradas con la detección de residuos del químico ilegal cristal violeta, efectuada por la autoridad sanitaria del Reino Unido en muestras provenientes de brochetas de salmón elaboradas en Tailandia, cuya materia prima fue importada desde Chile.
La petición ciudadana se suma a la realizada por parlamentarios de gobierno, entre los que se cuenta el presidente de la Comisión de Pesca y Acuicultura de la Cámara de Diputados, Patricio Vallespín, quien en entrevista con el diario La Nación afirmó que Chile tiene que actuar con fuerza en todos los casos donde no se está cumpliendo la normativa y que lo más grave es que puede afectar la imagen de Chile como país exportador.
Sernapesca, al igual que SalmonChile, había negado que las autoridades inglesas hayan confirmado oficialmente esta información. Sin embargo, el Departamento de Medioambiente, Alimento y Asuntos Rurales (Defra) del Gobierno británico, informó el 15 de enero del 2007 al Ejecutivo de nuestro país que las brochetas de salmón de la transnacional Findus, muestreadas y retiradas de los mercados del Reino Unido e Irlanda, habían sido elaboradas en Tailandia con materia prima de procedencia chilena, exportada por varias compañías salmoneras que operan en nuestro país.
Así lo señala en carta referencia VMD 10289 / 28 enviada el 15 de enero del 2007 al SAG por Doña Debby Reynolds, Department of Environment, Food and Rural Affairs (DEFRA), publicada por La Nación.
En este documento la autoridad sanitaria británica indica expresamente que el país de origen del salmón es Chile, y detalla los nombres de las cuatro o cinco empresas vinculadas a dicha exportación a Tailandia. En la carta publicada por La Nación, los nombres de las compañías se encuentran oscurecidos.
SALMONCHILE: NADANDO EN CÍRCULO
Sin embargo, ante el creciente número de artículos publicados en medios de comunicación nacionales e internacionales, SalmonChile finalmente ha comenzado a admitir la veracidad de los hechos denunciados, en el cual estarían involucradas grandes empresas de cultivo de salmón de nuestro país. En un comunicado, que curiosamente no aparece en la página institucional de SalmónChile, esta asociación señala a los medios de comunicación que "con fecha 22 de febrero hemos tomado conocimiento que la materia prima que sirvió para la elaboración de las brochetas de salmón cuestionadas en Reino Unido sería de origen chileno, particularmente de las empresas AquaChile y Marine Harvest Chile".
En todo caso, de manera contradictoria, SalmonChile sigue afirmando que ninguna empresa productora de salmón y de alimento para salmones en Chile utiliza el químico en ninguna parte de su cadena productiva. "Asimismo, los proveedores de las plantas de elaboración de alimento para salmones han confirmado que tampoco ellos utilizan el cristal violeta en sus procesos", agregó.
Por esto, la asociación de productores anunció el inicio de una investigación para determinar de qué forma y en qué etapa, el químico ilegal "cristal violeta" contaminó la partida de brochetas de salmón de la empresa Findus.
SERNAPESCA: BUSCANDO LA CONECCIÓN TAILANDESA.
Sernapesca había afirmado durante la semana que la información disponible a la fecha, no permitía saber el nombre de las empresas que "supuestamente" abastecieron de materia prima a la procesadora tailandesa.
A través de un comunicado, aseguró que Sernapesca ofició a las autoridades responsables de la notificación en el Reino Unido, solicitando formalmente los antecedentes que establecen el origen chileno de la materia prima, con que fue elaborado el producto en Tailandia. No se ha recibido respuesta oficial hasta el momento.
En entrevista con Ecocéanos News, la Jefa del Departamento de Sanidad de Sernapesca, Cecilia Solís, reafirmó que no nos han dado la información con respecto a la trazabilidad del producto, que es lo que necesitamos para iniciar la investigación con el objetivo de determinar las posibles causas de la contaminación de los salmones exportados.
Al igual que SalmonChile, Cecilia Solís dejó claro que no basta con conocer los nombres de las compañías para determinar su responsabilidad en el uso del químico ilegal. Supongamos que nos dicen que el salmón es chileno, y luego hacemos toda la investigación y nos damos cuenta que el problema en realidad estaba en las bolsas, en la fábrica de alimentos, en el litografiado. O sea, tampoco se puede hacer una afirmación tajante y decir que en Chile se usan contaminantes. Es un poco irresponsable, porque las variables son muchas, afirmó la profesional.
Desconocemos si el problema se radica en el salmón. El cristal violeta es un colorante, que se usa incluso para desinfectar las manos. Solís, continuando con la línea argumentativa que busca barajar hipótesis que situaría el problema fuera de esta industria global con base en Chile, dijo que las bolsas que habitualmente están litografiadas, van con un colorante y es posible que se traspase al producto. Es posible que en Tailandia usen como colorante el cristal violeta.
En todo caso, la personera dijo que afecta la imagen país que cualquier producto chileno esté involucrado en una alerta sanitaria.
¿POTENCIA EXPORTADORA DE ALIMENTO CON DOBLES ESTÁNDARES? El ente público explicó que la certificación sanitaria que emite Sernapesca es a requerimiento de los países compradores, y en el caso de Tailandia, no existe solicitud formal de esto por parte de sus autoridades. Los embarques realizados a ese mercado pueden ser exportados sin certificación sanitaria de Sernapesca.
Si el caso hubiese ocurrido en Europa, para Sernapesca sería muy fácil hacer el seguimiento, porque nos exige certificación sanitaria, lo que no ocurre en Tailandia, por lo que estos embarques pueden haber salido sin la fiscalización del servicio, precisó Solís a Ecocéanos News.
¿Como se entiende que existan estos dobles estándares en la exportación de salmones, considerando que Chile quiere ser potencia exportadora de alimento sano e inocuo al 2010?
El control que tenemos para sustancias prohibidas, para antibióticos, es para todo el salmón cosechado en Chile, independiente cual sea su lugar de destino. No hay dobles estándares. Lo que pasa es que Tailandia no requiere de certificación sanitaria en términos documentales, por lo que no es tan fácil hacer el seguimiento.
Parlamentarios han exigido que Sernapesca haga público los nombres de estas compañías, y han asegurado que si los británicos no entregan la información, el servicio tiene las vías para ello.
No se quien dio esa información, pero es un tema legal que la certificación sanitaria sea a requerimiento de los países. Tendríamos que darnos una vuelta muy larga. Es más práctico que los ingleses nos respondan directamente. Me refiero a que tendríamos que buscar las exportaciones de salmón a través de Aduana, lo que es más complejo.
CRISTAL VIOLETA ESTABA SIN CONTROL
Sernapesca anunció que ha reforzado los controles habituales que se desarrollan en centros de cultivo de salmones, tanto en agua dulce como en el mar, y afirmó que no ha detectado evidencia de uso de sustancias no autorizadas en el cultivo de salmones en Chile.
El cristal violeta no estaba dentro del sistema de control sanitario de Sernapesca al momento de la detección de las brochetas en el Reino Unido. El uso del cristal violeta es un tema que está saliendo ahora a la palestra. Durante 2004, 2005 y 2006 no estábamos controlando esta sustancia. El problema de los hongos para lo que se usaba el Verde malaquita, está siendo controlado por otro tipo de sustancias, informó Cecilia Solís.
Explicó que en los sistemas de control de análisis para la detección del cristal violeta se usa la misma técnica que el verde de malaquita. Desde enero estamos haciendo los análisis para estandarizar la técnica (
) validando la técnica. Como parte de este sistema se han analizando sobre 400 muestras que han salido negativas.
Sin embargo, SalmónChile en su comunicado emitido ayer, difiere de esta información y aumenta las cifras a su favor. La Asociación de grandes productores-exportadores afirma que no hay evidencia que se haya utilizado cristal violeta en la producción de salmones, "y así lo prueban los más de 500 muestreos que en los últimos tres meses ha realizado el laboratorio oficial del Servicio Nacional de Pesca a partidas de salmón chileno, en ninguno de los cuales se ha detectado presencia de este químico".
Según el gremio, dadas las alertas alimentarias activadas en diciembre, mes en el que se supo de los primeros resultados de los muestreos de las brochetas de salmón en Inglaterra, la industria y la autoridad sanitaria introdujeron este químico dentro de sus procesos de control de calidad.
¿Como se explica que el cristal violeta siendo una sustancia prohibida a nivel internacional, no estuviera incluida en el sistema de certificación sanitario?
Tenemos un staff de sustancias que son básicas de control, y ello, dependiendo de los riesgos que van apareciendo en el tiempo, se va modificando. Con el problema de Verde malaquita implementamos un sistema de control a la cosecha y al producto final. Hemos ido variando. A veces se incluye un antibiótico, baja otro porque disminuye el riesgo y sube otro porque aumenta el riesgo. Es un sistema que es absolutamente variable en el tiempo, de acuerdo a las nuevas sustancias que van a apareciendo y a las propias alertas. La cantidad de sustancias que podríamos controlar sería infinita. Tendríamos que tener una bola de cristal. Uno funciona en base a los antecedentes internacionales, análisis de riesgo, etc.
VERDE MALAQUITA
Cecilia Solís explicó que en el caso del salmón con Verde malaquita el problema que tuvimos fue por la técnica del laboratorio, porque sabíamos que probablemente se estaba usando, por lo cual lo teníamos dentro de nuestro sistema de control, pero nos encontramos con unos laboratorios holandeses de última tecnología que pesquisaron más que nosotros.
El laboratorio de verificación con que trabajamos tiene un HPLC masa masa, que puede llegar a niveles muy ínfimos, cosa que en la época del Verde malaquita no teníamos.
Pero de los episodios de cargamentos de salmón chileno contaminado con Verde malaquita retenidos en los mercados internacionales en los últimos años, queda mucha información que aún se mantiene en reserva.
A este respecto, las organizaciones firmantes solicitaran acceder a la documentación existente en Sernapesca relacionada con los nombres de las compañías salmoneras sancionadas por este servicio debido a la utilización ilegal del químico cancerígeno en sus procesos productivos, algunas de cuyas partidas fueron detectadas la presencia de metabolitos de dicho químico por las autoridades sanitarias de la Unión Europea entre el 2003 y 2004.
Según una publicación del Diario La Nación, estas detecciones fueron la base de 10 Alertas Rápidas para Alimentos emitidas en dicho período por el Departamento de Alimento Seguro de la Unión Europea.
La solicitud de información es formulada en base a los artículos N° 8 de la Constitución Política de Chile y N° 13 de la Ley 18.575 Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado, los cuales regulan la información de los servicios del Estado de Chile.
El director del Centro Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas, señaló paradójicamente, el caso cristal violeta tiene el mismo patrón que la anterior situación con el Verde malaquita. Esto, sólo es la punta del iceberg e impacta sobre la imagen del conjunto de las industrias exportadoras de alimentos en Chile, por lo tanto no es un tema de la asociación de salmoneros, sino que es un tema país".
El médico veterinario agregó que "como ciudadanos y consumidores requerimos de mayor transparencia e información pública, junto con un comportamiento de las autoridades gubernamentales que aseguren los intereses de los ciudadanos y la defensa de la salud pública y del medio ambiente.