Por: Liliana Llanos - Lun, 28/10/2013
Se suele decir que los profesionales son contratados por sus habilidades técnicas y despedidos por sus habilidades blandas. Éstas últimas son complementarias a las competencias más duras, relacionadas más bien con la formación teórica de los colaboradores, y corresponden a aquellas destrezas que permiten a las personas relacionarse mejor con otras. Van desde el liderazgo y el trabajo en equipo, hasta la capacidad para tomar decisiones y comunicarse eficientemente.
Hoy en día, las habilidades blandas son cada vez más valoradas por las empresas, pues permiten a los profesionales, tanto de mandos medios como altos, no sólo desempeñarse mejor en sus cargos, sino también tener mayor proyección en sus carreras.
El liderazgo y la facilidad de comunicación son, según los expertos, las más demandadas por las organizaciones pues mejoran las relaciones laborales de manera vertical y horizontal. A éstas se suman las capacidades para trabajar en equipo y bajo presión.
"Las competencias que más se valoran tienen que ver con aspectos relacionales y de comunicación, ya que estos cargos se mueven transversalmente, por lo que es necesario que los profesionales tengan la capacidad de traspasar la información adecuadamente a sus superiores y colaboradores", dice Mariela Ardizzone, directora de Selección y Calidad de Adecco Chile. "Asimismo se valora mucho el liderazgo, hoy con una visión más transformadora, donde el líder pueda influir positivamente en su equipo para llegar a las metas propuestas", agrega.
Otra competencia demandada, comenta Ardizzone, es la capacidad de innovar, independientemente de la industria o sector. "La posibilidad de mejorar y hacer más eficientes los procesos también es un plus", afirma la especialista.
Para Murilo Arruda, managing director de DNA Human Capital, si bien para cada cargo se valoran distintas habilidades blandas, por los requerimientos propios de éste, se puede determinar que otras cualidades transversales que los empleados deben tener son la actitud positiva, que incluye la motivación y entrega para realizar un buen trabajo; la administración del tiempo y la habilidad para aceptar y aprender de las críticas.
A juicio del experto, la importancia de estas habilidades es tal, que si los profesionales carecen de ellas pueden, incluso, afectar el rendimiento del equipo y la organización.
"Un caso que ejemplifica la importancia de estas competencias es el de un ingeniero brillante en una empresa, que maneja a la perfección las métricas, balances y toda la parte técnica que involucra su cargo, pero que si no tiene buena actitud, liderazgo y no sabe comunicarse ni relacionarse de manera efectiva con su equipo, acarreará problemas que pueden traducirse en bajo rendimiento del personal e incluso en renuncias, reflejadas en una alta rotación", explica Arruda.
Coaching
Según el experto de DNA Human Capital, para potenciar estas competencias resulta fundamental ponerlas en práctica, ojalá a través de un coaching que entregue las herramientas necesarias para desarrollarlas correctamente.
"La clave para potenciar las habilidades blandas es utilizarlas y ponerlas en práctica. Por ejemplo, en cuanto a la habilidad de liderazgo y trabajo en equipo, se deben crear oportunidades que permitan estar en contacto con el personal, preguntarles como están, si tienen dudas acerca de algo o alguna sugerencia que agregar. Estar abierto a escuchar propuestas y saber conducir a las personas hacia un mismo objetivo", detalla el especialista.
Gabriel Nicolaievsky, gerente general de Thinking Net Group Consultores, coincide con esta opinión al señalar que elcoaching resulta ser el vehículo más propicio para el desarrollo de habilidades blandas, junto con la práctica laboral de las mismas y una adecuada supervisión del jefe directo.
"Creo que no existe una vía teórica para mejorar estas habilidades. Ni un ramo universitario, ni un curso de capacitación ni menos la lectura de un libro sirven para alcanzar este objetivo. Sí podemos decir que colaboran en la comprensión de su importancia para el trabajo, pero según mi experiencia, el coaching ejecutivo es el más indicado para ello", recalca.
Las menos demandadas
En cuanto a las habilidades blandas que menos considerarían las empresas al momento de reclutar colaboradores, están -según Nicolaievsky- la capacidad de planificación y de realizar una delegación apropiada, y la habilidad para la resolución de conflictos.
Por su parte, Ardizzone de Adecco indica que todas las habilidades blandas toman un papel fundamental en la adaptación de un individuo a un cargo, por lo que se hace imposible entregarles menos valor a algunas. Sin embargo, agrega que sí se puede hacer esta distinción considerando un determinado perfil para un puesto específico.
"Por ejemplo, en cargos de gestión comercial se valorarán más las competencias de negociación, liderazgo, proactividad, orientación al logro. En cambio para un cargo de control de gestión serán más importantes aquellas ligadas al orden y la planificación, capacidad de análisis y auto-organización, pero en ningún caso en desmedro de otras", aclara Ardizzone.