"He venido hoy para decirles que Estados Unidos es el tipo de país que
cuando vemos un problema, le hacemos frente directamente. He fijado una
gran meta para nuestro país, que es reducir nuestra dependencia del
petróleo -invirtiendo en tecnología que producirá un suministro abundante
de energía no contaminante y renovable- y, al mismo tiempo, mostrarle al
mundo que somos buenos custodios del medio ambiente", dijo el presidente
Bush en su discurso sobre energía renovable, el 5 de marzo en Washington.
A continuación la traducción del discurso del presidente como fue publicada
en español por la Casa Blanca:
(comienza el texto)
LA CASA BLANCA
Oficina del Secretario de Prensa
Para publicación inmediata
5 de marzo de 2008
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE EN EL CONGRESO INTERNACIONAL DE WASHINGTON
SOBRE ENERGÍA RENOVABLE DEL 2008
Washington Convention Center
Washington, D.C.
10:13 A.M. EST
EL PRESIDENTE: Gracias a todos. Gracias por la cálida bienvenida. Gracias
por asistir. Es un honor para mí estar aquí. Me enorgullece dirigirme al
Congreso Internacional de Washington sobre Energía Renovable (Washington
International Renewable Energy Conference). (Aplausos.) Afortunadamente, se
limitaron a cinco palabras. (Risas.) Agradezco su dedicación a la energía
renovable. Probablemente hoy no contribuí cuando vine en una caravana de 20
automóviles. (Risas.)
Agradezco el hecho de que... espero que comprendan que son pioneros en las
fronteras del cambio; que estoy seguro de que este congreso parecerá
sumamente obsoleto dentro de una década; que las personas se maravillarán
de cuánto ha contribuido la tecnología a cambiar nuestros hábitos y cambiar
al mundo. Y espero que se sientan muy orgullosos de ser parte de este
cambio constructivo. Y entonces, gracias por venir a Estados Unidos. Les
damos la bienvenida.
A mis conciudadanos, gracias por ser empresarios y pensadores de
vanguardia. A los miembros de mi gobierno, como Sam Bodman, quien acaba de
presentarme, o Ed Schafer, quien encabeza el Departamento de Agricultura, o
Steve Johnson, EPA... gracias a todos por ponerse al servicio de nuestro
país. Gracias por tan amables palabras, Sam. Les agradezco a todos los
demás presentes que integran mi gobierno.
Mike Eckhart es el presidente del Consejo de Energía Renovable de Estados
Unidos (American Council on Renewable Energy)... él y yo fuimos juntos a
Harvard. No sé si sobreponerse a eso le ha tomado tiempo, pero a mí sí, de
hecho... (risas)... particularmente en el ámbito político de Texas. Pero es
un gusto estar con mi amigo, Mike. Les puedo asegurar que cuando estábamos
en la Facultad de Negocios de Harvard nunca vislumbramos que ocuparíamos
estos cargos, nuestros actuales cargos. Es más, sé que en 1975, él nunca
pensó siquiera en la palabra "combustibles renovables", ni mucho menos
"Presidente George W. Bush." (Risas.)
Les doy la bienvenida a los embajadores que están aquí presentes. Les doy
la bienvenida... oigan, permítanme comenzar diciendo primero que Estados
Unidos debe cambiar sus hábitos. Es necesario que dejemos de usar tanto
petróleo. Y el motivo es que, en primer lugar, el petróleo es... la
dependencia del petróleo presenta un verdadero desafío para nuestra
economía. A medida que las economías crecen... y queremos que todas
nuestras economías crezcan; queremos que la gente sea próspera, queremos
que la gente que vive en la pobreza pueda salir de la pobreza, queremos que
haya prosperidad general, pero a medida que las economías crecen, hasta que
no cambiemos nuestros hábitos, habrá mayor dependencia del petróleo.
Mi labor, como Presidente del país, es poner en vigor una política a favor
del crecimiento. Pero dependemos del petróleo, y entonces, a medida que
nuestra economía crezca, creará mayor demanda de petróleo...al igual que
China, al igual que India, al igual que otros países en crecimiento. Debe
ser obvio para todos ustedes que la demanda está superando la oferta, lo
que hace que los precios aumenten. Y aquí, en Estados Unidos, eso está
dificultando que las familias trabajadoras ahorren, y que los agricultores
sean prósperos, y que las pequeñas empresas crezcan.
La dependencia del petróleo también nos pone a merced de los terroristas.
Si hay oferta limitada y demanda, basta que los terroristas interrumpan el
suministro de petróleo para que el precio aumente incluso más. Es de
interés para nosotros poner fin a nuestra dependencia del petróleo
porque... esa dependencia representa un desafío para nuestra seguridad
nacional. En 1985, 20 por ciento del petróleo de Estados Unidos provenía
del extranjero. Ahora esa cifra es casi 60 por ciento.
Ahora, todos los países de los que importamos son países amigos, países
estables; pero a algunos países de los que recibimos petróleo no les
agradamos mucho que digamos. No les gusta el tipo de gobierno que tenemos.
No creen en las mismas libertades en las que creemos, y ése es un problema
desde el punto de vista de seguridad nacional, para Estados Unidos y
cualquier otra nación que valora la soberanía económica y la soberanía
nacional.
Y finalmente, nuestra dependencia de combustibles de origen fósil como el
petróleo, representa un desafío para nuestro medio ambiente. Cuando
quemamos combustibles de origen fósil liberamos gases de invernadero. La
concentración de gases de invernadero ha aumentado considerablemente.
Reconocemos estos tres desafíos y estamos haciendo algo al respecto.
He venido hoy para decirles que Estados Unidos es el tipo de país que
cuando vemos un problema, le hacemos frente directamente. He fijado una
gran meta para nuestro país, que es reducir nuestra dependencia del
petróleo -invirtiendo en tecnología que producirá un suministro abundante
de energía no contaminante y renovable- y, al mismo tiempo, mostrarle al
mundo que somos buenos custodios del medio ambiente.
Ahora, miren, comprendo que es difícil desechar estereotipos. A las
personas se les mete una imagen en la cabeza y, a veces, eso hace que no
presten oído a los hechos. Pero Estados Unidos está a la vanguardia en lo
que respecta a independencia energética; estamos a la vanguardia en lo que
respecta a tecnología nueva; estamos a la vanguardia en lo que respecta a
cambio climático mundial... y permaneceremos allí. (Aplausos.)
En general, durante los últimos siete años... o desde que soy Presidente,
el gobierno federal ha gastado más de $12,000 millones en investigar,
desarrollar y promover fuentes alternativas de energía. Nuestro sector
privado está invirtiendo muchísimo dinero... y comprendo plenamente que
debe haber una política uniforme de parte del gobierno de Estados Unidos
que hasta ahora ha otorgado incentivos para invertir. Lo que el gobierno no
debe hacer es enviar mensajes contradictorios. Comprendo el capital
privado, comprendo cómo fluye. Y, entonces, cuando la gente observa lo que
hace Estados Unidos para determinar si estamos comprometidos o no con la
nueva tecnología que cambiará la forma en que vivimos, no sólo debe tomar
en cuenta la inversión federal, sino que debe comprender que hay mucha
inversión sensata orientada al sector privado para ayudar a desarrollar
estas nuevas tecnologías.
Nuestra estrategia tiene dos aspectos: En primer lugar, vamos a cambiar la
manera en que conducimos nuestros autos, y en segundo lugar, vamos a
cambiar la manera en que suministramos energía a nuestras empresas y
viviendas. En otras palabras, resulta que los dos sectores más vulnerables
a cambios económicos son el uso de automóviles y la energía eléctrica. Las
dos oportunidades más importantes para ayudar a cambiar el medio ambiente
son por medio de la forma en que conducimos nuestros autos y la forma en
que suministramos energía a nuestro país. Por lo tanto, primero permítanme
hablar acerca de los automóviles.
Propuse ponernos la meta de que Estados Unidos reduzca el consumo de
gasolina en 20 por ciento durante los próximos 10 años... que se llama
20-10 [sic]. Por cierto, eso en el contexto de una economía en
crecimiento... reducir el uso de gasolina en 20 por ciento en los próximos
10 años.
Y colaboraremos con el Congreso. Quienes observan el proceso legislativo en
Estados Unidos probablemente piensen que es imposible que el Presidente de
Estados Unidos colabore con el Congreso estos días. Bueno, no es verdad.
Pude promulgar una buena legislación denominada la Ley de Independencia y
Seguridad Energética (Energy Independence and Security Act) del 2007. Esta
legislación especifica un estándar nacional obligatorio de rendimiento de
combustible de 35 millas por galón para el 2020, lo que ahorrará miles de
millones de galones de gasolina.
En segundo lugar, la legislación requiere que los productores de
combustible suministren por lo menos 36,000 millones de galones de
combustible renovable en el año 2022. En otras palabras, éstos no son
simplemente objetivos; éstos son requisitos obligatorios. Confío en que
Estados Unidos puede cumplir dichos objetivos, y sé que debemos hacerlo,
por el bien de la seguridad económica, la seguridad nacional, y por el bien
del medio ambiente, del cual debemos ser buenos custodios.
El biodiesel es el que más promete entre esos combustibles. Las refinerías
de biodiesel pueden producir combustible de frijol de soya, aceites
vegetales y grasa reciclada de cocina, de desechos. Todos ustedes que
trabajan con desechos, cuando esta nueva tecnología comience es posible que
empiecen a hacer negocio antes de darse cuenta. Cada año, la mayoría de los
estadounidenses... mejor dicho, más estadounidenses, están comenzando a
darse cuenta de los beneficios del biodiesel.
El año pasado, producimos 450 millones de galones de biodiesel. Ése es un
aumento de 80 por ciento con relación al 2006. Hoy hay más de 650
estaciones de biodiesel en Estados Unidos. Hay cientos de operarios de
flotas que usan biodiesel como combustible para sus camiones, y ése es
apenas el inicio de lo que será un cambio considerable en nuestros hábitos
de transporte.
Y luego está el etanol. En la campaña del 2000 respaldé firmemente el
etanol. En el 2008 es asombroso pensar cuán lejos ha llegado nuestro país
desde el año 2000. La producción de etanol se ha cuadruplicado, de 1,600
millones de galones en el 2000 a poco más de 6,400 millones de galones en
el 2007.
Y la gran mayoría del etanol proviene del maíz, y eso es bueno. Es bueno
para quienes cultivan maíz. Y es bueno si les preocupa la seguridad
nacional. Prefiero que quienes cultivan maíz produzcan energía, a depender
de algún país extranjero al que quizá no le agrademos. Ése es mi punto de
vista. (Aplausos.)
En el 2005, Estados Unidos pasó a ser el mayor productor mundial de etanol.
El año pasado elaboramos casi la mitad de la producción mundial de etanol.
No sé si nuestros conciudadanos lo comprenden, pero está teniendo lugar un
cambio considerable, principalmente en el Oeste Medio de nuestro país.
El etanol de maíz promete muchísimo, pero hay muchos desafíos. Si usted es
un criador de cerdos en Estados Unidos, se está comenzando a preocupar del
costo del maíz para alimentar a sus animales. Estoy comenzando a oír quejas
de nuestros ganaderos sobre el alto precio del maíz. El alto precio del
maíz está comenzando a afectar el precio de los alimentos.
Y entonces, debemos hacer algo al respecto, y lo mejor no es echarnos atrás
en nuestro compromiso con los combustibles alternativos, sino gastar dinero
en investigación y desarrollo de alternativas para hacer etanol de otros
materiales... por ejemplo, el etanol celulósico es muy prometedor. Estoy
seguro de que hay mucha gente del sector aquí presente que les dirá cuán
lejos ha llegado el sector en muy corto tiempo.
Espero con ansias el día en que los ganaderos de Texas puedan cultivar
pasto aguja en sus tierras, y luego hacer que ese pasto aguja se convierta
en combustible. Espero con ansias el día en que la gente de las regiones
boscosas de nuestro país pueda convertir trocitos de madera en combustible.
Y ese día llegará muy pronto. (Aplausos.)
El Departamento de Energía ha dedicado casi $1,000 millones a desarrollar
tecnología para hacer que el costo del etanol celulósico sea competitivo. Y
lo interesante de lo que está sucediendo en un periodo relativamente breve
es que el costo proyectado del etanol celulósico se ha reducido en más de
60 por ciento. En otras palabras, nuevas tecnologías están por llegar. La
labor del gobierno federal es acelerar su llegada.
Aumentar el uso de etanol y biodiesel requiere hacer que más autos en
circulación usen estos combustibles alternativos. Esperamos que el sector
privado responda. Nuestros consumidores exigirán vehículos de combustible
flexible cuando descubran que estas nuevas tecnologías están disponibles.
Es más, actualmente hay 5 millones de vehículos de combustible flexible en
nuestras calles. Acabo de ver unos nuevos aquí. ¡Estupenda la sociedad
conjunta entre Mack y Volvo en estos camiones gigantes que están usando
biodiesel de combustible! Dije, ¿rinde más de par de millas? El señor dijo,
no sólo rinde más de un par de millas, sino que podemos acelerar en caso de
peligro, de ser necesario.
La tecnología está cambiando. Hace cinco años esos camiones no habrían
estado disponibles para que la gente los viera en esta exposición. Hoy en
día están en circulación. Es más, la Fuerza Aérea de Estados Unidos está
usando este tipo de camiones. Las cosas están cambiando.
Otra manera de reducir nuestra dependencia del petróleo es promover los
vehículos híbridos. Estamos otorgando incentivos tributarios a las personas
que compran estos vehículos de uso eficiente de combustible. En otras
palabras, el gobierno está diciendo, si compra uno, le daremos un pequeño
incentivo por hacerlo. He respaldado estas políticas. Considero que tiene
sentido crear consumismo de este tipo de vehículos.
Cuando fui elegido, prácticamente no había híbridos en circulación. Hoy en
día hay casi un millón. También estamos invirtiendo en híbridos que se
enchufan. Queremos que nuestros residentes urbanos usen electricidad en vez
de gasolina. Y el objetivo, el objetivo a corto plazo, es tener vehículos
capaces de andar las primeras 40 millas con electricidad... vehículos que
no parecen carritos de golf, por cierto; vehículos que satisfacen la
demanda de los consumidores. Y se avecina ese día. La tecnología de
baterías es asombrosa, y Estados Unidos está invirtiendo millones de
dólares para apresurar la llegada de ese día. La tecnología de baterías es
más eficiente y competitiva.
Este gobierno es un firme partidario del hidrógeno. Gastamos
aproximadamente $1,200 millones en investigación y desarrollo para llevar
al mercado vehículos que funcionan con hidrógeno. Mucha gente ni siquiera
sabe de lo que estoy hablando cuando hablo del hidrógeno. Pero el producto
residual de un vehículo que funciona con hidrógeno es agua pura y no
contaminante.
Ésta es una oportunidad asombrosa para nosotros. Ahora, ésta será una
oportunidad a largo plazo, comparada con el etanol, el biodiesel y los
híbridos que se enchufan, pero tiene sentido invertir ahora y trabajar en
la tecnología de modo que cuando sea competitiva, esté disponible. También
estamos trabajando para el día en que, ya saben, estos nuevos combustibles
propulsen no sólo autos y camiones sino también aviones.
En diciembre, la Fuerza Aérea de Estados Unidos voló un C-17 -ése es un
avión enorme- del estado de Washington a Nueva Jersey. Para ustedes que no
viven en Estados Unidos, es un trayecto largo. (Risas.) Y lo hicieron con
una mezcla de combustibles regulares y sintéticos. Me interesó ver que
Virgin Atlantic voló un 747 del aeropuerto Heathrow de Londres a Ámsterdam,
propulsado en parte por cocos y por nueces de babasú de Brasil. Nunca he
visto una nuez de babasú, pero es asombroso que haya ayudado a propulsar un
avión de las dimensiones del 747. (Aplausos.)
Lo que acabo de describirles es el inicio de una nueva era. Y... ah, p
robablemente sea difícil compararlo con el Modelo T, pero es posible que no
estemos lejos. Y Estados Unidos cree que está dentro de nuestros intereses
promover esta nueva era.
En segundo lugar, es necesario que reduzcamos nuestra dependencia del
petróleo y combustibles fósiles, y los reemplacemos con fuentes
alternativas para suministrar energía a nuestras casas y nuestros centros
de trabajo. Miren, no podemos tener una economía dinámica a no ser que
tengamos electricidad segura. Para ustedes que vienen de países en
desarrollo, saben lo que estoy diciendo. Es más, el asunto no es
electricidad segura; el asunto es llevar electricidad a la gente, para
comenzar. Bueno, aquí en Estados Unidos, hemos superado esos asuntos. Y
ahora debemos asegurarnos de tener suficiente electricidad que nos permita
continuar creciendo.
Y lo cierto es... es necesario ser... tener una economía en crecimiento
para poder pagar esta tecnología, para comenzar. Entonces, he aquí algunas
de las formas en que estamos tratando el asunto de la electricidad. En
primer lugar, creo firmemente que Estados Unidos debe promover la energía
nuclear aquí en Estados Unidos. La energía nuclear... (aplausos)... si les
interesa el crecimiento económico y la protección del medio ambiente, no
hay mejor manera de lograr ambos que promoviendo la energía nuclear. La
energía nuclear es ilimitada. Es una fuente existente que genera una
cantidad masiva de electricidad sin causar contaminación ambiental o gas de
invernadero alguno.
Y sin embargo, Estados Unidos... no hemos construido plantas de energía
nuclear en mucho tiempo. Tenemos tecnología prometedora a disposición y sin
embargo, estamos estancados... hasta hace poco. Probablemente no todos
nuestros ciudadanos lo comprendan, pero en Francia, nuestro amigo y aliado,
casi 80 por ciento de su energía proviene de energía nuclear. ¿No es un
dato asombroso? Es hora de que Estados Unidos cambie.
Mi gobierno está esforzándose por eliminar las barreras al desarrollo de
plantas nucleares. El año pasado invertimos más de $300 millones en
tecnología para energía nuclear. Queremos que nuestro pueblo comprenda que
esta generación de plantas de energía nuclear es segura. Queremos que la
gente se sienta cómoda con la expansión de la energía nuclear.
Hay incertidumbre normativa en lo que respecta a permisos para plantas en
Estados Unidos. No se puede esperar que alguien invierta mucho dinero y
que, al final, un proceso normativo evite que el capital se invierta. No
tiene sentido. Así como debe haber certeza en la política tributaria, la
política normativa debe crear una sensación de certidumbre para que la
gente invierta.
Entonces, en el proyecto de ley de energía que promulgué en el 2005,
comenzamos a resolver esa incertidumbre con el seguro federal para quienes
construyen plantas de energía nuclear. Este seguro protege de demandas a
los constructores de las primeras seis plantas nuevas... tenemos muchas de
ellas en Estados Unidos, por cierto; demasiadas demandas, en mi opinión...
contra obstáculos burocráticos y contra retrasos fuera de... que harían que
la gente dude en participar en este programa.
También hemos iniciado un programa denominado Nuclear Power 2010. Sam
Bodman está a cargo de todos ellos. Es una alianza entre nuestra industria
y el gobierno de Estados Unidos. Desde que iniciamos estos programas, hemos
recibido seis solicitudes para construir y operar nuevas plantas de energía
nuclear en Estados Unidos. El paradigma está comenzando a cambiar. Y
tenemos previsto que se presentarán 13 solicitudes adicionales este año.
Muchos de los proyectos de construcción serán respaldados por $18,500
millones en garantías de préstamo otorgadas por el gobierno. Por cierto,
eso es parte de un proyecto para garantías de préstamo que obtuvimos del
Congreso... $18,000 millones para plantas nucleares, $10,000 millones para
la expansión de energía renovable en Estados Unidos. (Aplausos.) Esto
permitirá que nuestros dueños de planta -las personas que soliciten los
préstamos- (risas)... el propósito es... es que queremos expandir nuestro
sector de energía nuclear. Y estamos tomando medidas específicas para
hacerlo.
Ya saben, hay muchos políticos que sólo hablan. Espero que cuando se
escriba la historia de este gobierno, diga que no sólo hablamos, sino que
realmente hicimos cosas positivas y constructivas.
También estamos trabajando con nuestros amigos en el extranjero en la
Asociación Mundial de Energía Nuclear (Global Nuclear Energy Partnership o
GNEP). Creo que se debe alentar a los países en desarrollo a usar energía
nuclear. Creo que está dentro de nuestros intereses. Creo que ayudará a
aliviar la presión sobre el precio del petróleo y sé que ayudará a proteger
el medio ambiente. Por eso estamos trabajando con otras naciones, como
Japón, Francia, Gran Bretaña, Rusia y China para formar esta alianza en
materia de energía, cuyo propósito es ayudar a los países en desarrollo a
asegurar su acceso a energía nuclear económica y resistente a la
proliferación, y al mismo tiempo, realizar investigación conjunta sobre
cómo lidiar con el tema del desecho nuclear mediante reprocesamiento
positivo y productivo.
Así que Estados Unidos de Norteamérica tiene una estrategia para ayudar a
cambiar la combinación en el suministro de electricidad aquí en nuestro
país. Y la energía nuclear es parte de esa estrategia. Otra parte de dicha
estrategia se basa en energía eólica. Ahora, desde el 2001, Estados Unidos
ha aumentado la producción de energía eólica en más de 300 por ciento. Ésta
es una nueva industria para nosotros y está empezando a crecer. Más de 20
por ciento de la nueva capacidad para generar electricidad que se instaló
en Estados Unidos el año pasado fue energía eólica. Conocí a algunos de los
expertos en energía eólica. Están emocionados con las oportunidades en el
mercado estadounidense, y así debe ser, porque esta nueva tecnología está
echando raíces. El año pasado, Estados Unidos incrementó más su capacidad
de generar energía eólica que ningún otro país en el mundo.
No sé si saben esto o no: Cuando era gobernador de Texas, promulgué una ley
de simplificación normativa en materia de electricidad, que alentaba y
autorizaba el uso de energía renovable. Hoy en día, Texas produce más
energía eólica que ningún otro estado de la nación. Y si un estado
petrolero puede producir energía eólica, otros estados de Estados Unidos
pueden producir energía eólica. (Aplausos.) Recuerdo que cuando promulgué
la ley, dije: Llegará el día de la energía eólica. Y me respondieron,
bueno, usted se va del estado y se está llevando mucho aire caliente*.
(Risas.)
Además de la energía eólica, desde que asumí mi mandato, hemos gastado mil
millones de dólares en aprovechar la energía solar. Los expertos en energía
solar que se encuentran presentes les dirán que se han realizado cambios
impresionantes en un periodo muy corto. Es decir, realmente vislumbro el
día en que cada casa tendrá su propio generadorcito eléctrico, y mediante
este uso de energía solar se devolverá el exceso de energía generada a la
red pública. (Aplausos.)
Les dije que estamos... y a propósito, el año pasado, la instalación de
paneles solares en Estados Unidos se incrementó en más de 32 por ciento. Es
decir... espero que se entusiasmen con estos datos, porque ciertamente yo
lo estoy. Pero esto es sólo el comienzo. Antes de venir, realmente me senté
en la Oficina Oval para tratar de imaginar lo que diría un Presidente
dentro de diez años. Si realmente piensan en lo que se dijo en el 2000 en
comparación con el presente, imaginen lo que se va a decir dentro de diez
años en comparación con el presente.
Voy a repetir algo que he venido diciendo repetidamente aquí en Estados
Unidos: Estados Unidos está enfrentando el cambio climático de manera
seria, y las estrategias que les acabo de mencionar son parte integral de
las medidas para confrontar el cambio climático. ¿Debe haber un acuerdo
internacional? Sí, debe haber un acuerdo, y cuenta con nuestro respaldo.
(Aplausos.) Pero quisiera recordarles que el acuerdo será eficaz... y eso
es lo que queremos, queremos un acuerdo eficaz. Y creo que debemos
preocuparnos más por los resultados que por el proceso. Una cosa es
realizar un interesante congreso, pero debemos esperar resultados de esos
congresos. Queremos una estrategia que funcione, no sólo que suene bien.
Por eso, para que haya acuerdos internacionales eficaces, deben incluir...
estos acuerdos deben incluir compromisos... compromisos sólidos por parte
de todas las principales economías, y ningún país debe poder evadirlos.
(Aplausos.)
Y para lograr este objetivo tenemos que tomar decisiones difíciles. En mi
personal cuento con un buen hombre llamado Dan Price que encabeza los
esfuerzos de Estados Unidos en los congresos que organizamos de las
principales economías. A propósito, eso es paralelo al proceso de la ONU.
No reemplaza el proceso de la ONU, sino que permite que el proceso de la
ONU sea más eficaz.
El primer paso es conseguir que las principales economías se pongan de
acuerdo en el objetivo. Si desean compromisos, si desean que la gente se
siente a negociar, el primer paso tiene que ser: Tenemos un problema, y he
aquí un objetivo. Creo que es importante sentar objetivos claros, objetivos
fáciles de comprender.
Y luego, desarrollar una estrategia para ayudar a cumplir esos objetivos
depende de nosotros, de cada nación. Tenemos economías diferentes. Tenemos
diferentes combinaciones en el suministro eléctrico. Lo que les acabo de
describir es una estrategia para confrontar tanto la dependencia energética
como el cambio climático. Será diferente de país a país. Tenemos una
combinación diferente en el suministro eléctrico con respecto a muchas
naciones.
Y esperamos que los países que acuerden cumplir ese objetivo desarrollen
una estrategia para lograrlo. Y Estados Unidos hará lo mismo. No vamos a
decir: Muy bien, ustedes decidieron el objetivo y ustedes lo cumplieron,
pero nosotros no participaremos. Una vez que seamos parte del acuerdo,
participaremos. Y entonces, ustedes están observando el inicio de un
proceso para asegurar que tengamos un acuerdo internacional eficaz.
Y comprendo plenamente que... y a propósito, quiero repetirles lo que dije
anteriormente: Un acuerdo eficaz reconoce que, en primer lugar, las
economías tienen que crecer para ser capaces de costear la inversión; que
debe haber riqueza económica para ser capaces de costear la investigación y
el desarrollo.
Se trata de algo que requiere comprometerse a desembolsar sumas
considerables de dinero, y es difícil comprometerse a desembolsar dinero si
no lo tienes. Y es difícil comprometerse a desembolsar dinero si tu
economía está en mala situación. Y por eso tenemos que asegurarnos de que
nuestras economías crezcan y, al mismo tiempo, de tener el dinero necesario
para invertir. Y comprendo plenamente que algunos países no pueden hacer
los desembolsos que requiere esta nueva tecnología.
Y esto es lo que pretendemos hacer al respecto: Debe haber un fondo
internacional, los países ricos deben establecer un fondo para tecnología
no contaminante a fin de ayudar a los países pobres a limpiar su medio
ambiente. (Aplausos.) Hago un llamado al Congreso para que contribuya con
$2,000 millones al fondo. Y en los viajes de este mi último año como
Presidente, voy a hacer un llamado a los países ricos para que contribuyan
a este fondo.
Y deseo que todos los acuerdos sean eficaces. No nos basta con sentirnos
bien. Deseo poder decir, a fin de cuentas, que hicimos algo que realmente
va a resolver el problema. Y si la gente está verdaderamente interesada en
resolver el problema, si ustedes están interesados en expandir la energía
alternativa, entonces debemos ponernos de acuerdo para eliminar los
aranceles y otras barreras al comercio, para permitir que la tecnología no
contaminante llegue libre de aranceles a todo el mundo. (Aplausos.)
Hay demasiados... demasiados impedimentos. Hay demasiado proteccionismo. Es
decir, si están verdaderamente interesados en resolver el cambio climático
mundial, entonces deben insistirles a sus líderes que se unan a Estados
Unidos y a otros países para facilitar el transporte de estos productos,
para eliminar todas las barreras al comercio y la tecnología que nos
permita ser mejores custodios del medio ambiente.
Entonces, he aquí la estrategia para confrontar el cambio climático y la
dependencia energética. Estados Unidos no sólo está aplicando esta
estrategia a nivel internacional, sino que también tenemos alianzas
bilaterales... Por ejemplo, con Brasil firmamos un pacto de
biocombustibles. Firmamos acuerdos con China para expandir la cooperación
en biomasa y para mejorar la eficiencia energética en la producción
industrial y de vehículos. Estamos trabajando con Suecia. La Vice Primer
Ministro está aquí, y es un honor contar con su presencia y ser parte de
una relación muy constructiva. Hay una compañía estadounidense que colabora
con el Wave Hub del Reino Unido, que aprovecha el poder del mar.
Esta visión que les acabo de describir es muy ambiciosa. Y obviamente,
ustedes respaldan que se haga algo ambicioso, de lo contrario no estarían
en este congreso. Espero que se entusiasmen cuando vean las exhibiciones.
Sólo recuerden los grandes avances logrados en corto tiempo, y confíen en
que vamos a avanzar mucho más en corto tiempo.
Salió un artículo en el New York Sun, poco después de que Alexander Bell
hiciera su famosa llamada... la primera llamada telefónica a un tal Thomas
Watson. Quisiera leerles un fragmento de ese artículo: "Dudamos que el
teléfono sea usado más allá del entorno local. Los circuitos de más de unas
pocas millas de longitud son demasiado sensibles". Imagínense si el autor
de ese artículo estuviese vivo hoy. Sospecho que se lamentaría de haber
usado la palabra "dudamos". Después de todo, vería un mundo donde se
realizan llamadas clarísimas con circuitos que se extienden no sólo unas
millas, sino que atraviesan el globo. Vería una infraestructura inalámbrica
en todo el mundo.
Y lo mismo va a suceder en materia de energía. Ah, ya sé que hay
incrédulos, pero confío en que, en el futuro, cuando miremos hacia este
periodo de tiempo, diremos: ¿Cómo podían dudar de la capacidad de la
humanidad para desarrollar la tecnología necesaria para enfrentar los
problemas reales del siglo XXI?
Los dejo con algo en mente: Estados Unidos ha asumido el compromiso y vamos
a cumplir nuestro compromiso de abordar los problemas energéticos y abordar
el cambio climático mundial. Y ha sido un honor para mí estar con ustedes
hoy.
Que Dios los bendiga. (Aplausos.)
* También significa palabrería.
(termina el texto)
(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del
Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web:
http://usinfo.state.gov/esp)
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