Marcos Lima liderará equipo de gestión de flota, frecuencias y fiscalización
El titular de Transportes encaró los problemas de soporte tecnológico montando una especie de AFT paralela, para que el Estado tenga un sistema de control y gestión que no dependa de la cuestionada empresa. No fue la única novedad: Jorge Beyá asumió como gerente de las firmas vinculadas a Navarrete.
A. VALENCIA / J.M. JAQUE
Echando mano a las atribuciones que le otorga la ley, René Cortázar dio curso concreto a otra de las cinco medidas del plan de acción con que pretende destrabar la crítica realidad que presenta el Transantiago. Ayer designó al ingeniero Marcos Lima como cabeza del nuevo Equipo de Apoyo y Control de Gestión de flotas y frecuencias, entidad paralela al cuestionado Administrador Financiero (AFT).
Este nuevo equipo estará compuesto por personas de dentro y fuera del ministerio, y será liderado por Marcos Lima, ex presidente ejecutivo de Codelco y ex director del INP, con gran competencia en temas de gestión. Una persona con su capacidad profesional nos garantiza la calidad de la respuesta de una herramienta que será muy central para apoyar a empresas con dificultades de gestión y fiscalizar el adecuado cumplimiento de los contratos, precisó Cortázar.
Se trata de la primera de las soluciones que apuntan a corregir de manera urgente los incumplimientos contractuales que, en materia de soporte tecnológico para el control y la gestión de flota, ha caído el Administrador Financiero -y su proveedor Sonda, particularmente por deficiencias operativas de los GPS -, antes y durante la implementación del Transantiago.
Esta situación ha cosechado críticas de diversas autoridades, pero también de las empresas operadoras de buses troncales y alimentadores, mercado en el que, de paso, ayer hubo relevante movimiento: Gran Santiago y Metropolitana, firmas responsables del 38% de los recorridos, nombraron como sucesor del controvertido Manuel Navarrete a Jorge Beyá.
Gestión estatal
Como sea, la labor encomendada a Lima, en otras palabras, es hacer el trabajo que hasta ahora no cumplió de buna forma el AFT. El equipo no sólo estará compuesto por 400 fiscalizadores aportados por el Departamento de Fiscalización del ministerio de Transportes encabezado por Jerco Yuretic-, sino también por un contingente aún no determinado de reguladores de ruta -versión moderna de los sapos de micro-, con que algunas empresas como Transaraucarias, SuBus y ahora último Gran Santiago y Metropolitana, han suplido las deficiencias del AFT para gestionar flotas y frecuencias durante los recorridos.
Con todo, en los pasillos de Transportes no descartan que el Equipo de Gestión sea el primera piedra para levantar el centro estatal de control paralelo al del AFT, comentan. En todo caso, los primeros pasos en tal sentido los dio, hace un mes, el entonces ministro Sergio Espejo al impulsar la instalación de GPS en unos 200 buses nocturnos, pieza vital, decía, para que la autoridad estatal contase con un centro de control propio.
Revisión de contratos
Pero hubo más dardos para el AFT. Cortázar no sólo criticó la deficiencias tecnológicas pues necesitamos sistemas de información sobre localización de los buses que permitan adecuada gestión de la flota, dijo. También. indicó que, tal como renegociará los contratos con los operadores de buses para buscar incentivos adecuados (como incluir el pago por kilómetro recorrido y corregir el pago por pasajero transportado), hará lo propio para corregir problemas del AFT.
Tanto de los operadores de buses como del AFT requerimos cumplimiento de contratos como no lo están haciendo. Cuando hablé de cambiar los contratos, dije que los contratos de los proveedores tienen problemas, lo que incluye expresamente al AFT, por lo que tienen que ser revisados. No tengo duda que lo que hemos visto en incorporación de tecnología no sólo es insuficiente, sino que no responde a las condiciones contractuales, sostuvo Cortázar.
Consultado si ya era hora de caducar contratos y cambiar de proveedor cuando el AFT de los proveedores que más incumplimientos arrastra, el secretario de Estado fue cauteloso. Nuestra tarea es buscar cómo hacer que Transantiago sirva a las personas, y es eso lo que vamos a buscar en todos los cambios (contractuales), anticipó.
Para ello, recordó que iniciará esta semana conversaciones con cada uno de los privados involucrados en Transantiago para introducir cambios en dos sentidos: Asegurar el cumplimiento de los compromisos y perfeccionar elementos de dichos contratos que, estamos seguros, pueden contribuir significativamente a mejorar el servicio. Vamos a analizar caso a caso, cerró Cortázar. LN