Más allá de la raza del candidato demócrata, Barack Obama, y de la edad del candidato republicano, John McCain, hay varias razones para pensar que este es un día histórico en Estados Unidos.
Las decisiones que tomará el próximo ocupante de la Casa Blanca tendrán repercusiones dentro y fuera del territorio estadounidense en un momento en que se está rearmando el complejo rompecabezas de la geopolítica mundial.
Por eso, el resultado final de los millones de votos que emitirá el pueblo estadounidense (en una votación que se espera bata récords) empezará a dibujar el mapa de lo que será Estados Unidos -y resto del mundo- en los próximos años.
Desafíos
El nuevo presidente no sólo deberá lidiar con una crisis financiera sin precedentes, más un déficit interno que este año superará los US$480.000 millones.
El próximo presidente deberá definir una nueva estrategia en Irak. |
Esta situación amenaza con provocar una recesión sin precedentes desde la crisis de 1929.
Pero también tendrá que enfrentar un panorama internacional difícil: las decenas de miles de tropas desplegadas alrededor del mundo, en especial en Irak y Afganistán; el programa nuclear iraní; el ascenso de China y Rusia, y, sobre todo, la mala reputación global de Estados Unidos.
Y es que según una encuesta del Servicio Mundial de la BBC en abril de este año, sólo 35% de los ciudadanos del mundo tienen una percepción positiva de la influencia de Washington en el mundo.
Además, habrá enormes desafíos a nivel interno, como los coletazos de la crisis hipotecaria y el estado del sistema de salud: el programa actual es el más caro del mundo y hay más de 40 millones de estadounidenses sin ningún tipo de cobertura.
Una renovación del sistema educativo, una aprobación de una reforma inmigratoria y el rediseño de los sistemas de regulación financiera serán otros temas que pasarán por el escritorio de la Oficina Oval.
Batallas
Pero el nuevo presidente deberá también pelear batallas ideológicas.
Las batallas del próximo líder de EE.UU. también serán ideológicas. |
De una de ellas se ha hablado poco y es quizás la que más cambios podría producir: la composición de la Corte Suprema de Justicia.
Se estima que al presidente que resulte electo este martes le tocará designar a tres jueces de la más alta instancia judicial del país.
En un órgano de nueve miembros que actualmente tiene un equilibrio ajustado, esas nominaciones podrían romper el balance y permitir una mayoría automática a favor de la ideología del ejecutivo.
Eso podría sacudir los cimientos de algunas de las decisiones más importantes tomadas por el tribunal, como el fallo que en los años '70 permitió el aborto o el estatus legal de los detenidos en la actual "guerra contra el terrorismo".
Otro tema de importancia será la lucha contra el cambio climático: no sólo en la adhesión de Estados Unidos a los esfuerzos globales que se están haciendo, sino también en decisiones internas como la imposición de límites a las emisiones de carbono o inversiones en energías alternativas.
Reflejos
Los desafíos están a la vista, y las campañas de los últimos meses han permitido a los candidatos decir qué harán para enfrentar cada uno de ellos.
La decisión entre Obama y McCain tendrá consecuencias históricas. |
Han tenido que responder preguntas de los ciudadanos, han sido cuestionados por sus opositores y han debido demostrar que están a la altura de las circunstancias que el momento histórico exige.
Basándose en sus historias de vida -personificaciones del "sueño americano"-, se han visto obligados a explicar sus propias narrativas a la luz de las propuestas que ofrecen.
Resulta paradójico que por el sistema electoral estadounidense, la elección entre John McCain y Barack Obama podría ser decidida por muy pocos en algún rincón de un estado remoto del Estados Unidos profundo.
Pero todo parece indicar que las consecuencias de lo que pase hoy afectarán a muchos.