Carnes, vinos y combustibles: los productos que  más golpean los bolsillos en EE.UU.
 Paula Namur Y.DF
  
Mientras hace sólo un mes un consumidor estadounidense compraba una botella  de vino por US$ 8,53 en promedio en los supermercados, en junio debió llevársela  a casa pagando US$ 11,79 por cada una. Si bien este caso puede ser alentador  para Chile como productor de vinos, para los estadounidenses es sólo un ejemplo  de cómo el costo de la vida continúa incrementándose a pesar de que varios  advierten que la crisis está provocando un ambiente deflacionario.
El  índice de precios al consumidor (IPC) se aceleró 0,7% en junio, según datos  dados a conocer el miércoles. De éste, el índice de alimentos y bebestibles  aumentó 0,1% en junio luego de caer en mayo. Los precios de comidas fuera de  casa subieron 0,1% y los de bebidas alcohólicas se incrementaron 0,2%. En  cambio, el de comidas en casa, que había caído seis meses seguidos, se mantuvo  en junio sin variación.
Si bien el estadounidense medio ha preferido  cocinar en casa en vez de ir a restaurantes durante la crisis, la cifra se  explica en parte porque los consumidores que solían acudir a restaurantes,  decidieron cambiarlos por comida rápida. "Incluso dentro del actual entorno,  segmentos específicos de consumidores premium están más dispuestos a consumir  comida rápida saludable y están más propensos a encontrar que la comida rápida  concuerda con sus actuales estilos de vida", concluyó un estudio de la  consultora estadounidense Packaged Facts publicado a comienzos de mes.  
Además, esta alza coincide con la tendencia de las cadenas de  restaurantes a abandonar las súper ofertas que las han caracterizado durante  esta crisis. Según analistas, los recortes de precios no sólo se han comido la  rentabilidad de las empresas, también han fracasado en su tarea de elevar el  flujo de clientes.
Entre los principales alimentos en supermercados, las  frutas y vegetales tuvieron las mayores variaciones de precio: subieron 1,1%  luego de caer 1,0% en mayo. Así por ejemplo, si un consumidor estadounidense en  mayo compraba limones a US$ 1,39 la libra (454 gramos), en junio los compró a  US$ 1,45. La carne también registró importantes alzas: una libra de carne  deshuesada para asado, que costaba US$ 3,97 en promedio en mayo, en junio se  compraba entre US$ 4,05 y US$ 4,12.
Esto se compensó en gran parte por el  declive en el precio de leche y sus derivados, el cual cayó 0,9%, su séptimo  descenso mensual consecutivo. 
Industria  automotriz
El índice de precios para el transporte avanzó 4,2%  en comparación con el mes anterior. Dentro de este grupo, el índice de precios  de los combustibles subió 17,2% en junio, con lo cual representó 95% del  incremento en el grupo de transporte. Sin embargo, esta alza en los costos de la  gasolina en los últimos meses ahora se bate en retirada, mostrando que la  inflación podría moderarse a medida que avanza el año. De hecho, la variación en  el IPC subyacente (que excluye los volátiles precios de los alimentos y  combustibles) en junio fue de 0,2%.
Los precios de los vehículos nuevos  aumentaron 0,7% en junio, mientras el precio de los autos y camiones usados lo  hizo en 0,9% en junio. Los precios de los vehículos están subiendo a medida que  los fabricantes de automóviles fijan los precios correctos en relación a una  evaluación realista de los costos de producción mientras atraviesan un proceso  de reorganización por quiebra, argumentaron algunos analistas. 
"Gran  parte del problema de General Motors y Chrysler durante el último ciclo es que  sostenían su participación de mercado a través del recorte de precios al punto  que no vendieron autos a un nivel rentable. Los precios de automóviles y  camiones nuevos ahora están subiendo a medida que los volúmenes caen, llevando  esas cifras de regreso a un equilibrio", explicó a DF el economista jefe de  ActionEconomics, Mike Englund. El Departamento del Comercio mostró el martes que  las ventas de los minoristas en EE.UU. se vieron impulsadas por los  automóviles.
De todas maneras, los precios del transporte público  siguieron cayendo, con un declive de 0,5%, explicado en parte por la baja de  0,6% en los pasajes de avión. Normalmente, el segundo trimestre produce un gran  tráfico aéreo y una fuerte rentabilidad, pero para esta temporada se espera el  anuncio de pérdidas por parte de las grandes aerolíneas.
  
Fuente:DF
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Rodrigo González Fernández
Diplomado en  "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del  Conocimiento" de la ONU