Piñera y Bachelet discuten ácidamente en la cumbre. El intercambio amenaza con pasar a mayores cuando ambos se arrogan ser conocedores de la botánica sureña.
"Esto es un canelo", dice el candidato. "Es un laurel, porfiado", le dice su socio en CMB, Ricardo Bachelet, primo de la Presidenta.
El asunto debe zanjarlo nada menos que un Pinochet. Este toma una hoja y les dice: "Señores, esto es canelo". Alguien desde atrás, replica: "y si no fuera canelo, da lo mismo, el gran jefe así lo dice".
Todos ríen e incluso el mismo Bachelet termina por aceptar su error. Mientras, Jorge Pinochet -quien conoce a Piñera desde que comenzaron en el negocio de las tarjetas de crédito y hoy es el encargado de la organización de la campaña- celebra que su amigo demuestre que él tiene la razón...
Piñera pone a prueba una vez más su liderazgo, el mismo que se ha transformado en un imán para su medio centenar de amigos-empresarios y amigos-políticos que esta semana llegaron a Tantauco tras un viaje de doce horas en auto, avión, bus, barcaza y helicóptero. Por muy agotador que sea, nadie se atreve a hacerle un desaire, menos cuando cuida cada detalle para atender a sus amigos y a los que aún no lo son tanto.
Despliega todos sus recursos para demostrar su capacidad de conformar equipos y de cuadrar hasta a su familia cuando hay intereses comunes. En esta primera expedición del 2009, no sólo su hijo Sebastián fue a recibir a la comitiva a Puerto Montt, sino que su hermano «el Negro» era el encargado de animar las veladas, y su hija Cecilia hasta debió ser el médico de urgencia al atender a una accidentada del trekking... Nadie de su equipo descansó. Y si había que ayudar en la cocina, ahí estaban. "Esto es como la isla de la fantasía", comenta uno de los asistentes, mientras el otro responde, "Piñera debería andar con traje blanco estilo Montalbán... es lo único que le falta".
El "servicio" a la carpa y los ronquidos
Tantauco no es cualquier parque. Piñera ha desarrollado una infraestructura que impresionó a todos. Duchas con agua caliente, refugios, electricidad para refrigeradores y computadores, un museo, viveros y un vasto sendero de madera sobre el suelo son parte de las comodidades.
Aunque varios venían dispuestos al "sacrificio" y a desenrollar el saco de dormir, nadie quedó indiferente con el «servicio a la carpa» y las regalías de Tantauco. En cada domo -carpa enchulada-, una almohada y un colchón de una plaza esperaba a los visitantes y como si fuera el mejor hotel, una botella de agua, chocolates, pañuelos desechables y un «kit» de expedición -sombrero, mapas y linterna- eran parte del merchandising exclusivo del parque.
Ya sea por su militancia o condición «ultra VIP», Jorge Carey, Pedro Pablo Díaz y el diputado Mario Bertolino roncaron -literalmente- en una pieza de uno de los refugios. La misma ubicación tuvieron las mujeres del grupo entre las que se encontraban la ex diputada Carmen Ibáñez y algunas investigadoras del Instituto Libertad. En la planta superior del museo de Tantauco, en tanto, está la amplia pieza de Piñera, mientras que en el otro nivel, le ofreció una de las cómodas habitaciones a la esposa del magnate ambientalista Douglas Tompkins, Kriss Mc Divitt.
Dispuestos en sus carpas u habitaciones, los visitantes disfrutaron la primera noche de un asado de cordero al palo y debieron presentarse frente a todos bajo tres parámetros: Quién soy, qué hago en la vida y por qué creo que Piñera me invitó...
La naturaleza pudo más: Al rescate de Piñera en zodiac
Sin señal de celulares, varios entraron «en pánico» con la incomunicación, entre ellos, los alcaldes Rodrigo Delgado (UDI) y José Miguel Arellano (RN). Sin embargo, los invitados suplieron el aislamiento intercambiando opiniones sobre la crisis económica e inmobiliaria, el futuro del Transantiago, el programa de gobierno de Piñera y la plantilla parlamentaria.
El segundo día, Piñera comandó un trekking por los «Altos de Inio». Aunque la caminata duró menos de cuatro horas y el sendero era "sencillo", varios sintieron el esfuerzo físico e incluso hubo dos accidentados: el documentalista Juan Enrique Benítez y la investigadora del Instituto Libertad, Alejandra Candia, quien debió volver a Santiago para tratarse su rodilla.
Con ese antecedente, varios desistieron del sendero de 22 km a Quinlanlar, que tomó casi doce horas de caminata. Pese a sufrir las bromas y de que el paseo era para "niñitas", Rafael Aldunate, Pedro Pablo Díaz, Pedro Sabat, Mario Bertolino y José Miguel Arellano navegaron dos horas en la "Blanca Ester" hacia la Isla Guapiquilán donde disfrutaron de un cóctel con salmón, quesos y vino blanco.
Mientras los economistas José Ramón Valente y Juan Andrés Fontaine, el presidente del Banco Santander, Mauricio Larraín ,y el acalde de Lo Barnechea, Felipe Guevara, cumplían con la meta - aunque exhaustos-, otro grupo debió pedir auxilio para regresar al campamento.
Así, Sebastián Piñera, Jorge Carey, Ignacio Guerreo, el padre Agustín Moreira, Jorge Errázuriz, Juan Guillermo Agüero y Carmen Ibáñez debieron tragarse su orgullo y ser rescatados en zodiacs y luego, por la "Blanca Ester". En la cubierta de la embarcación, Cecilia Piñera organizaba la «funa» contra los auxiliados, cosa que a su papá no le hizo mucha gracia...
Premiación: De Popeye a Garfield
Mauricio Larraín conversa animadamente con Kriss Tompkins y le ofrece colaboración en su trabajo.
Es la noche de despedida y Juan Andrés Fontaine comienza con los discursos de agradecimiento y rinde homenaje a los "héroes" de Quinlanlar: los que llegaron "sanos y salvos" de la larga caminata. El alcalde UDI Rodrigo Delgado fue uno de ellos, aunque varios calambres mediante...
Benítez y el «Negro» Piñera son las almas de la fiesta -era que no...- y cantan, cuentan chistes y columpian al que se le cruce por delante. Belén Hidalgo conversa con Carmen Ibáñez, quien no paró de sondear sus opciones parlamentarias: V Costa o San Antonio.
Bertolino agradece al equipo y al personal de Tantauco que cocinó "verdaderos manjares" en su estadía -todos vestidos con logos del parque-, mientras que Delgado se pone a disposición de Piñera para la campaña.
Cecilia se pone al frente del fogón -lugar de comidas y madrugadoras tertulias- para entregar los «Premios Tantauco». Larraín es laureado por entereza con el galardón "Popeye"; Kriss Tompkins -que había llegado con un «thank you» hecho por ella con hojas- recibe el premio "Yayita, por andar siempre impecable", mientras el «Negro» se adjudica el de "Garfield", por su tendencia al ocio.
"Tobi, a los que se portaron mal desde antes del viaje", recayó en Jorge Errázuriz, de Celfín. Y para la Regalona, el premio "Caperucita Roja, por tentar al lobo".n
PIÑERA DESDE EL SUR: "MUCHOS DE LOS QUE ESTAN ACA PODRIAN SER GRANDES MINISTROS"
Hizo de todo para agasajar a sus invitados. Sebastián Piñera no escatimó esfuerzos en complacer a sus ilustres amigos... como para que nadie se fuera «pelando».
Los trasladó en helicóptero, el mismo pilotó uno para mostrarles a algunos los principales atractivos de Tantauco, organizó asados al palo y curantos, y hasta protagonizó las bromas a la hora del postre. Quizás por esto, Piñera admite que Tantauco es mucho más que "su" parque y que, aunque sólo venga una semana al año, puede "oxigenar los pulmones" para un inicio de campaña que se viene "muy duro".
-¿Cuál es su balance de esta primera expedición del año?
-El parque Tantauco es un proyecto de vida en el cual está comprometida toda mi familia. Tantauco es un regalo para Chile y es un proyecto para proteger y ojalá mejorar lo que Dios puso en estas tierras.
-¿No siente que venir sólo una vez al año es muy poco, considerando las dimensiones de este parque?
-Desgraciadamente, el tiempo no se puede comprar ni depositar en el banco. El tiempo corre y hay que saber aprovecharlo y disfrutarlo.
-Está cargando pilas para el año electoral, ¿cómo enfrentará el inicio de la campaña?
-Se viene un año muy duro y en esto tengo experiencia. Las campañas presidenciales son tremendamente exigentes, con pruebas físicas y mentales, de concentración y esfuerzo.
Oxigenar los pulmones en este parque Tantauco es una muy buena forma de empezar el año.
-Algunos bromeaban con que en esta expedición había muchos futuros ministros... ¿Ha conversado ya de ese tema con sus más cercanos?
-En materia de ministros, hay que recordar que muchos son los llamados y pocos los elegidos. Pero, sin duda, que aquí había personas de una enorme capacidad académica, humana y profesional, así como la necesaria vocación de servicio público. Muchos de ellos podrían ser grandes ministros.
"Este parque está abierto a todos"
-¿Qué pasa por su cabeza cuando viene a Tantauco y junta a empresarios, políticos, amigos y familiares?
-El parque Tantauco está entusiastamente abierto a todos los visitantes que lo quieran venir a conocer y es totalmente gratuito. Nuestra única satisfacción -porque esto es sin fines de lucro- es ver la cara de asombro y alegría de los visitantes cuando lo conocen.
-¿Qué expectativa tiene para la segunda expedición? Los parlamentarios UDI ya están llegando.
-Van a tener una atención especial, como todos los visitantes del parque Tantauco. Espero que sea tan entusiasta como la primera expedición para conocer el parque Tantauco y acompañarme en el trabajo del año. |