El Futuro de la Teleformación
 Enrique Aliende
 Es casi seguro que, al intentar hacer predicciones erremos; más  aun en un ámbito que está en sus inicios como el de la teleformación. Sin  embargo, al intentar adivinar cuál va a ser su desarrollo, estaremos  explicitando las variables que están influyendo en nuestro trabajo actual y su  posible evolución. Por tanto nos aventuraremos a definir cuál va a ser, bajo  nuestro criterio, el futuro de la teleformación.
 Corremos el riesgo de dejarnos llevar por el entusiasmo y caer  en el sensacionalismo. Por ello, intentaremos en este capítulo mantener la  distancia necesaria como para distinguir los deseos de las posibilidades reales,  y situarnos en el escepticismo ante los cambios reales que las Nuevas  Tecnologías pueden traer, aparte de sus llamativas posibilidades  técnicas.
 1. LIMITACIONES ACTUALES:
 Tres son los principales factores que están limitando el  desarrollo de la teleformación:
 La velocidad de las redes de comunicación.
 El nivel de implantación de las NTI en las empresas y  hogares.
 El coste de las comunicaciones.
 1.1 La velocidad de las redes de comunicación:
 Actualmente en España, profesores y alumnos en cursos de  teleformación, destacan las posibilidades de las herramientas y de la  metodología, pero expresan su desesperación ante los múltiples problemas  técnicos que tienen que soportar. La lentitud en las comunicaciones hace que, en  ocasiones, tengan que dedicar más tiempo a conseguir la conexión, a descargar  mensajes, páginas o archivos, que al estudio y trabajos propios del curso que  están realizando. No es de recibo que personas que escogen esta modalidad de  formación por su escasez de tiempo, tengan que dedicar más de media hora diaria  a tareas técnicas.En gran medida, todo esto es debido al ridículo ancho de banda  de que disponemos. No solucionaremos nada contando con modems y ordenadores más  rápidos, si no podemos acceder a un mayor caudal de comunicación. Ni la RTB, ni  la RDSI, solucionan este problema.
 En esta situación, es inviable la utilización ágil de algunos  recursos que son, desde hace tiempo, técnicamente posibles:
 La videoconferencia no alcanza la suficiente calidad para  emplearse de modo que cualquier persona con un equipamiento mínimo pueda  aprovecharla en los cursos de teleformación; sólo en el caso de transmisiones  vía satélite en aulas equipadas ex profeso se puede emplear dignamente.
 El envío, la recepción o la descarga de documentación de gran  tamaño se convierte en una historia interminable, y hace que se tengan que  emplear archivos de pequeño tamaño y programas de compresión.
 La carga de páginas web con muchas imágenes o programas  asociados, que harían más ameno el aprendizaje y supondrían mayores recursos  para la exposición explicación y aplicación de contenidos, se hace interminable.  De manera que, estas posibilidades son abandonadas por el momento.
 1.2 El nivel de implantación de las NTI en las empresas y  hogares:
 Por otro lado, aunque el aumento del parque de ordenadores  durante los últimos años es un hecho cierto, así como el de utilización de  Internet, el nivel de implantación real dista mucho de ser el ideal para el  desarrollo de la teleformación. Todavía son pocas las empresas que han puesto  Internet al alcance de sus empleados en su puesto de trabajo habitual. Es más,  muchas instituciones de prestigio siguen manteniendo equipos informáticos  anticuados o desprovistos de recursos básicos (CD-ROM, por ejemplo).
 La mayoría de las Instituciones formativas (universidades,  escuelas de negocio, institutos, colegios...) son conscientes del valor de  Internet, pero pocas son las que se encuentran suficientemente equipadas como  para ponerlo al alcance de sus alumnos y profesores. Esto es debido al coste de  su implantación y actualización y, también a una cierta falta de confianza en  que se vaya a realizar un uso adecuado. En los hogares también ha aumentado la  presencia de los ordenadores y el uso de Internet, pero no lo suficiente aún.  Por otra parte, la confianza hacia Internet es muy relativa, todavía son pocas  las personas que lo utilizan para comprar. Su empleo se limita, en la mayoría de  las ocasiones al de la comunicación y acceso a la información, pero el acceso a  servicios de pago está en sus inicios. Podemos afirmar que, entre las personas  más introducidas en el mundo de Internet, se da un cierta espejismo creyendo que  el interés y nivel de utilización en el resto de la población es similar al  suyo. Es cierto que la publicidad ha incorporado a Internet como imagen de  modernidad, y que este mensaje aparece continuamente en la sociedad, pero no es  cierto que el uso real se corresponda con ello.
 1.3 El coste de las comunicaciones:
 El coste actual de las comunicaciones es, quizás con menor  repercusión que los anteriores factores, uno de los motivos de que el empleo de  Internet aún no se haya disparado. Aunque en el caso de la formación se pueda  comparar con el desembolso que supone el transporte para asistir a clases  presenciales, no es un gasto nada despreciable. Para un usuario individual puede  llegar a suponer más de un diez por ciento del coste del curso de teleformación.  En el caso de las empresas, la factura por este concepto puede llegar a ser muy  elevada.
 La combinación de estos tres factores hace que el número de  usuarios potenciales de los cursos de teleformación sea aún muy reducido. La  institución formativa que lanza un determinado curso no sólo ha de poner su  atención en que el tema tenga el suficiente interés, sino también en que el  colectivo al que se dirige esté efectivamente integrado en Internet. Cabe  preguntarse si cursos exitosos en formación presencial tendrían la misma  repercusión al ser ofertados a través de Internet. Las experiencias actuales no  lo demuestran.
 2. FUTURO TECNOLÓGICO
 Es muy probable que las tecnologías que se están poniendo al  servicio de la comunicación nos proporcionen en futuro un ancho de banda muy  considerable, e incluso ilimitado. Sin perjuicio de las que puedan aparecer en  futuro, veamos cuáles son las alternativas actuales a la red telefónica:
 ADSL (línea de abonado digital asimétrica): emplea el cable  telefónico, pero mediante un equipamiento complementario consigue que la  información circule a una velocidad muy superior a la habitual.Requiere un módem  especial.
 Cable de fibra óptica: Consigue velocidades hasta 500 veces  superiores a la habitual. Requiere un cableado nuevo del territorio.
 Internet vía satélite: En pocos años permitirá conseguir una  velocidad similar a la de la fibra óptica. Requiere la instalación de una  tarjeta descompresora y una antena parabólica. Para conseguir interactividad se  emplea el teléfono.
 Internet por televisión: similar a la anterior, pero empleando  la red de televisión digital terrestre que no utiliza antenas parabólicas.
 MDDS (Multichannel Multipoint Distrubution Service): Sistema  digital terrestre sin cable que funciona a través de una cadena de repetidores  similares a los que se utilizan en la telefonía móvil.
 Sólo hace falta que se generalicen y estas tecnologías para que  se puedan utilizar todas las posibilidades que actualmente brinda Internet:  imágenes, sonidos, animaciones, aplicaciones en entorno web, desarrollos en  Java...
 No serán necesarias largas esperas hasta que una página se  cargue en nuestro equipo, con el que podremos realizar tareas inimaginables en  este momento: simulaciones, conferencias síncronas acompañadas de imagen,  aplicaciones interactivas que nos ayudarán a comprender mejor los contenidos de  los cursos...
 Además, es de esperar que esta mejora en las comunicaciones  venga acompañada de una reducción de su precio. La soñada "tarifa plana" se  terminará imponiendo, aunque nada nos hace pensar que no existan diferentes  tarifas para diferentes calidades de comunicación. Si no queremos ser ilusos,  habrá que pensar que si queremos disponer de una velocidad "vertiginosa",  tendremos que pagar por ello.
 Más difícil de predecir, vista la evolución actual, son los  equipos de que dispondremos en un futuro. ¿Se integrará el ordenador con otros  electrodomésticos con el televisor o el vídeo tal y como se viene diciendo desde  hace algunos años? Nuestra opinión es que no, ya que suponen actitudes distintas  por parte del usuario. Aunque la televisión seguirá aumentando en interacción,  pensamos que su uso seguirá siendo predominantemente pasivo y, además,  colectivo. Sin embargo, el ordenador o el aparato que venga a sustituirle  implican una actitud activa e individual predominantemente.
 Otra pregunta a hacerse es la siguiente: ¿seguiremos empleando  el ordenador o se extenderá el uso de otras máquinas con menos posibilidades  pero diseñadas exclusivamente para las tareas que actualmente realizan la  mayoría de los usuarios, uso de aplicaciones ofimáticas y utilización de los  servicios de Internet? Hay quien vaticina (S. DOWNES 1998) el desarrollo del PAD  (Personal Access Device), ligero ordenador portátil con acceso a Internet, que  obedecerá comandos de voz y reconocerá la escritura, y se convertiría en la  herramienta ideal para la teleformación.
 Aunque no podemos asegurar el camino que seguirá el mercado, sí  que podemos afirmar que, sea el que sea, nunca supondrá un obstáculo. Más  importante para nuestro objetivo es saber cuál será el nivel de implantación de  estas tecnologías en la sociedad. En este sentido esperamos que la reducción de  costes, tanto de comunicación como de equipos, faciliten su penetración en las  empresas, en las instituciones de enseñanza y en los hogares, de modo que se  multiplicará el número de usuarios potenciales de los cursos de teleformación, y  ésta se convertirá en un servicio público y en un negocio rentable.
 3. LA OFERTA FUTURA DE TELEFORMACIÓN Y SUS  CARACTERÍSTICAS
 Debido, en gran parte, a las razones expuestas en el comienzo  de este capítulo, aún no ha llegado el "boom" de la teleformación en España. Sin  embargo, muchas instituciones formativas (universidades, escuelas de negocios,  empresas...) tienen el punto de mira en esta modalidad, y ya han comenzado a  realizar tímidas experiencias. Incluso, algunas de ellas están desarrollando  estrategias para incorporar las NTI a su oferta formativa. Veamos cómo esperamos  que evolucione este campo:
 3.1 Temática de los cursos
 En poco tiempo, si se superan las limitaciones que hemos  enunciado, asistiremos a una explosión de cursos, máster, seminarios y otras  actividades de teleformación, desarrollados con todo tipo de técnicas y  metodologías. Cualquier temática que busquemos tendrá su correspondiente oferta.  A las áreas que ahora mismo se están ofreciendo en la red, Medicina, Farmacia,  Derecho, Turismo, Búsqueda de empleo, Educación, Gestión Empresarial,  Informática, Idiomas y Medioambiente, se unirán otras ahora escasas o  inexistentes como Arqueología, Matemáticas y Geología.
 3.2 Instituciones
 La mayor parte de las instituciones que imparten o reciben  formación presencial realizarán experiencias de teleformación. Pero, además,  aparecerán nuevas empresas con el objetivo de explotar este filón. Ahora mismo  ya es muy asequible para cualquiera colocar una documentación en una página web,  denominarla "curso" y reclamar un pago por su utilización. En breve, aunque sea  necesario un mayor desarrollo técnico, surgirán nuevas iniciativas que  aprovecharán la facilidad para ofrecer teleformación.
 Acompañando a este crecimiento en el número de instituciones y  de cursos, podremos asistir a la aparición de numerosas empresas satélites que  proporcionarán servicios completos o parciales para el desarrollo de programas  de teleformación. Algunas de las tareas que realizarán estas empresas serán:
 Desarrollo de aplicaciones telemáticas en entorno web.
 Creación de los sitios web de los cursos.
 Realización de documentación en todo tipo de formatos.
 Administración de los aspectos logísticos de los cursos.
 Asistencia técnica para alumnos y profesores.
 Consultoría de teleformación.
 ...
 Seguirá un proceso de selección natural en el que sobrevivirán  aquellas ofertas que hayan sabido responder mejor a las necesidades de los  posibles alumnos, no necesariamente las más sofisticadas desde el punto de vista  técnico o metodológico. Ofertas sencillas, de bajo coste, probablemente en  modalidad de autoformación, dirigidas al gran público, pueden tener éxito y  convivir con otras dirigidas a la satisfacción de necesidades más  específicas.
 Es de esperar que la mayor parte de las instituciones con  prestigio en la enseñanza presencial tendrán una parte de su oferta en  teleformación y que además, el mercado dará cabida a otras dedicadas en  exclusiva a la teleformación, las cuales se consolidarán con una oferta amplia o  especializada.
 3.3 Recursos
 La principal repercusión de la mejora en la velocidad de  comunicación será la eliminación de las actuales esperas en la navegación en  Internet. En el caso de los cursos de teleformación, los alumnos y profesores no  tendrán que perder tiempo en esperar a que aparezca toda la información en una  página, pues la descarga será inmediata. Nada más marcar una dirección  determinada, todo el texto y las imágenes aparecerán como si se estuviese  trabajando con archivos del propio disco duro, incluso aunque se trata de  páginas interactivas con applets en Java o cualquier otro medio que se utilice  en el futuro.
 Pero la mayor diferencia consistirá en el desarrollo de una  oferta más llamativa desde el punto de vista tecnológico. Como ya hemos  señalado, se podrán realizar tareas inviables actualmente: 
 Próximamente podremos ver cursos con una presentación mucho  más atractiva. De momento, predomina el texto, el diseño es estático y con poca  imagen; pero en breve será posible utilizar recursos similares a los que ya se  emplean en Cd-Rom. Será habitual contemplar presentaciones muy dinámicas, con  animaciones, en las que se utilice también el sonido para describir el curso y  mostrar a qué colectivos va dirigidos, en las que tengamos pequeñas animaciones  con el logotipo de la empresa como las que aparecen al comienzo de las películas  de cine.
 Las imágenes fijas, dibujos o fotografías, serán algo  habitual. Por el momento son escasas, hay que medir mucho su empleo en la  documentación o descripción de los cursos, ya que ralentizan la descarga de las  páginas. La situación actual ha hecho aguzar el ingenio a los diseñadores que  recurren a todo tipo de trucos para solventar esta dificultad. Es el caso del  sitio web del Centro Virtual Cervantes que presenta las imágenes en pequeño  tamaño, con poca definición, pero si el usuario lo desea puede ver una imagen  mejor pinchando sobre la primera. como los del CVC. Nada de esto será necesario;  se podrá utilizar todo tipo de imágenes, lo que traerá consigo cursos mucho más  atractivos visualmente.
 Aunque se califica a Internet frecuentemente como un ambiente  multimedia, son pocas las páginas que responden a dicho adjetivo, más aún en  cursos de teleformación. Si llamamos "multimedia" a un recurso o documento que  emplea múltiples medios, son inexistentes los cursos en Internet que aprovechan  sus posibilidades, que utilizan texto, imagen y sonido como elementos clave.  Como ya hemos dicho, los programas de teleformación actuales utilizan sobre todo  el texto, complementado con algunas imágenes y, más raramente, sonido. En un  futuro, la documentación disponible será completamente multimedia, una  combinación de imágenes fijas y en movimiento, con texto y sonido, al igual que  ocurre con muchos CD-ROM en la actualidad.
 También se extenderá la utilización del vídeo como recurso  para la explicación de conceptos y de procesos dinámicos, utilizando en muchos  casos animaciones. Además, será posible ver exposiciones del profesor incluso en  directo. Los encuentros síncronos con el tutor, que hasta ahora se realizan  empleando las "chats", se podrán realizar contando con la imagen real y el  sonido de aquél sin ningún tipo de equipo sofisticado como ocurre actualmente  con la videoconferencia. Esto permitirá, por supuesto, realizar encuentros  virtuales con otros especialistas distintos del profesor y con los que se cuente  puntualmente.
 Si se asiste a algún curso de teleformación actual, se podrá  comprobar que las actividades propuestas son fundamentalmente cuestionarios de  respuesta abierta o cerrada, de verdadero o falso o de elección múltiple, o  bien, del tipo: 
 En el futuro podremos plantear actividades mucho más variadas y  complejas, como las que ahora se pueden proponer en CD pero con la ventaja de la  interacción. Se emplearán simulaciones interactivas en las que el alumno tenga  que tomar decisiones, que ir realizando un itinerario de aprendizaje que podrá  ser controlado por el tutor. Se podrán incluir programas informáticos  complementarios al curso que se ejecutarán en un servidor de internet y que  permitirán poner en práctica conocimientos adquiridos en el programa de  teleformación.
 Todas estas mejoras técnicas en los cursos deberían ser un  recurso puesto al servicio del aprendizaje, puesto que por si mismas no  garantizan la calidad de la actividad formativa.
 3.4 Ruptura de fronteras
 La teleformación está acelerando el proceso de ruptura de  fronteras en lo que a programas de enseñanza de refiere. Aunque, desde hace  muchos años, estudiantes de unos países se trasladaban a otros para cursar  máster de prestigio, la teleformación hace mucho más asequible la posibilidad de  matricularse en cursos impartidos por instituciones de calidad, aunque estén  situadas a muchos kilómetros de distancia. Dos son los obstáculos que tiene que  salvar este proceso: el del idioma y el de la homologación de títulos.
 La comunidad hispanohablante todavía no está aprovechando los  programas de teleformación pero es de esperar que muy pronto comience a hacerlo,  ya que no tiene que enfrentarse con este problema. Gran parte de las visitas que  tienen en estos momentos las páginas web de información sobre cursos en  Internet, provienen de iberoamérica, especialmente de Argentina, Chile y Méjico,  lo que nos hace suponer que este mercado se desarrollará en breve.
 Por otro lado, el inglés está sirviendo ya como idioma  universal, de modo que todos los programas con vocación internacional están  desarrollados dicha lengua. Sin embargo, continúa siendo, si no un problema  insalvable, sí una incomodidad para muchas personas tener que estudiar en una  lengua distinta a la suya.
 Existen ya algunas experiencias de creación y utilización de  aplicaciones que emplean las Nuevas Tecnologías de la Lengua y que permiten  establecer comunicaciones de correo electrónico o de charla en directo de modo  que, usuarios de distintos países pueden intercambiar información empleando cada  uno su lengua natural. Es muy probable que estos proyectos piloto se extiendan y  se conviertan en un recurso, implementado cada vez en más idiomas, de modo que  no sea necesario el empleo del inglés. Se podría configurar así lo que podríamos  llamar "campus virtual multilingüe", con una oferta amplia de teleformación en  distintas lenguas, a la luz de las universidades y escuelas de negocios.
 Estos acontecimientos vendrán a acelerar el proceso de  homologación de titulaciones entre universidades de diferentes naciones, hasta  el punto de llegar a acuerdos para ofrecer programas compartidos, surgiendo así  lo que se podría denominar "campus virtual mundial". Esta institución surgida a  partir de alianzas se convertiría en un referente universal de la formación a  través de medios telemáticos y convivirá con otras más pequeñas dirigidas a  responder a necesidades más específicas.
 3.5 Repercusión en la formación presencial
 Para terminar, es necesario hacer mención de las repercusiones  que los recursos para la teleformación tendrán en la formación presencial. ¿Por  qué no aplicar los foros de discusión, el trabajo a través de correo electrónico  o la documentación en línea, para disminuir el tiempo de asistencia al centro de  formación? ¿Por qué no eliminar las sesiones empleadas para proporcionar apuntes  o materiales y sustituirlas por entregas de materiales a través de Internet? De  este modo se podrá aprovechar las sesiones presenciales para la discusión  colectiva, el análisis de casos, los juegos de roles, la resolución de dudas o  cualquier otra tarea que aproveche la interacción en directo.
 Es muy probable que las instituciones de formación amplíen su  oferta semipresencial, aprovechando lo más posible las ventajas que aportan las  NTI. De este modo podrán atender a colectivos con dificultades de asistencia a  los centros. En especial, todos los cursos "part-time" de las escuelas de  negocios podrán beneficiarse de esta modalidad.
 Fuente: http://rds.hn/