Comisión Francesa de Derechos Humanos premia a ONG suiza
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La Comisión Nacional Consultativa Francesa de los Derechos Humanos otorgó a la asociación suiza Vivere la medalla del Premio de los Derechos Humanos de la República Francesa, mención especial.
Creada por Michel Hoffman en 1999, la entidad helvética se consagra a la defensa de las personas cuya vida está amenazada por una causa de cualquier tipo. El galardón reconoció su labor en contra de la trata de seres humanos.
"Es un gran honor, sobre todo porque la instancia que nos atribuye este premio es una instancia francesa y Francia ha sido una nación determinante para el avance de los derechos humanos", comentó el artífice de Vivere a swissinfo.
La entidad, asesora del Gobierno de Francia en materia de derechos humanos, otorgó el premio a la ONG suiza merced a sus acciones en diversos continentes contra el tráfico de seres humanos, en particular contra la esclavitud sexual.
"No aprovecharse de los extranjeros"
"Es una asociación que merece tener este reconocimiento tanto por su trabajo contra la trata en los Emiratos o en Ucrania, como por el trabajo contra la violencia sexual y la impunidad en Kibu", señaló a swissinfo el responsable de la División de la Lucha contra la Trata de Seres Humanos, de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), Richard Danziger.
Al abundar acerca de ese fenómeno, comentó que es difícil precisar si es más grave que antes, "pero ahora se habla más de ello, lo que es algo muy bueno". Sin embargo, subrayó la necesidad de también actuar más al nivel de los gobernantes, la policía, el público...
"... para decir en voz alta que estamos contra cualquier forma de explotación, sea con fines sexuales, de trabajo, etc., que no hay que aprovecharse de los extranjeros sólo porque están en una situación más vulnerable que los nacionales en algunos países".
Dijo también que en la lucha contra el flagelo, los marcos legales de algunos países pueden ser fortalecidos. En el caso de Suiza, " tiene muy buenas acciones contra la trata a escala cantonal y de la coordinación federal de la policía", precisó, pero destacó la pertinencia de que la Confederación ratifique la nueva Convención del Consejo de Europa en la materia.
Pero, antes que los honores...
Con respecto a la atribución de la presea, Michel Hoffman agregó que es también un reconocimiento de orden profesional al método de trabajo y a la ética de la organización. Un reconocimiento que incide en su credibilidad y que podría contribuir a incrementar el apoyo a esa ONG que, con un presupuesto de apenas 75.000 francos anuales, busca salvar vidas a través del mundo.
"El camino que hemos recorrido nos ha hecho encontrar a muchas víctimas, por muchas no pudimos hacer gran cosa, por otras sí: salvarlas de una persecución, curar sus heridas, sustraerlas a sus secuestradores o a sus torturadores", recordó Hoffman.
"Todo eso pasa por mis ojos como lo que cuenta, incluso antes de las distinciones y antes de los honores y es la señal de que continuemos como el primer día, con la misma fuerza, el mismo credo".
Un espíritu en el que, a decir de Hoffman, "con algo de sombrío y al mismo tiempo positivo", incidieron las palabras de André Malraux: "La vida de un hombre no vale nada, pero nada vale la vida de un hombre", y de Albert Camus: "No esperes el juicio final, tiene lugar cada día".
En pro de "los grandes olvidados"
Encabezada por el embajador de Francia ante Suiza, Jean-Didier Roisin, la ceremonia de premiación tuvo lugar el pasado 11 de enero en la legación diplomática. En su discurso, el representante del Eliseo enfatizó el compromiso de Vivere a favor "de los grandes olvidados de las operaciones humanitarias" ampliamente divulgadas por los medios de comunicación.
Resaltó el punto de vista de Hofmann en el sentido de que con pocos recursos se pueden resolver dramas individuales y, a guisa de ejemplo, citó una serie de factores tan banales como la falta de gasolina para transportar a un enfermo al hospital o la carencia de antibióticos o de una ración alimenticia, que pueden resultar decisivos para salvar una vida.
"Y, más el "valor mercantil" de esos factores es escaso, más insoportable parece el hecho de que no se puedan prevenir", sentenció el embajador.
"El voto que hago es que una manifestación como ésta, una recompensa como ésta de las autoridades francesas, al asentar la credibilidad de la organización, le permita obtener otros financiamientos", declaró más tarde el diplomático a swissinfo.
swissinfo, Marcela Águila Rubín
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