Xavier Salas i Martín: «España no está preparada para el futuro ni para el presente»
ESTE ES UN INTERESANTE ARTÍCULO DEL CUAL LOS  CHILENOS PODEMOS SACAR CONCLUSIONES 
 Meritocracia, movilidad, flexibilidad mental,  incluido aceptar que la mujer puede aportar más que el hombre y en ese caso  cobrar más, es lo que le falta a la economía y a la sociedad españolas según el  profesor de Economía en Columbia y asesor del Foro Económico Mundial Xavier  Salas i Martín. Él palpa a diario las diferencias. «Mis alumnos en Nueva  York se preparan para salir, crear su empresa y triunfar; los de Barcelona, para  trabajar en la Caixa».
 - ¿España no está preparada para el  futuro?
 -No. lo que no está preparada es para el  presente. Lo que cree que es futuro, es ya presente. Esta actitud de los  estudiantes que digo traza la frontera más grande hoy día entre Europa y, por  otro lado, EE.UU. y Asia. Es una actitud que valía siendo pobres: pones los  precios más bajos y que te compren, pero cuando no puedes competir en costes  tienes que pensar algo nuevo: tienes que innovar. En España un joven se prepara  para mantener todo como estaba el mayor tiempo posible. Pero, ojo, la banca o  los sindicatos también. Es un sistema que se conjura para que nada cambie y  asegurarnos que no nos sucederá nada.
 - ¿Cuál es el riesgo de no  adaptarse?
 -El poder está cambiando en el mundo y ya no es  unidireccional, pero mientras la sociedad estadounidense se ha adaptado, Francia  se apura en declarar el yogourt un sector estratégico. No vemos que nos están  quitando la alfombra de debajo de los pies y vamos a caer. Uno de los cambios es  que países que eran pobres están dejando de serlo y, alguno como China, se  aupará a la cabeza del mundo. Todos los pobres juntos con China, India y Brasil  suman el 50% de la economía mundial, EE.UU. sigue siendo el 35% y el resto es  Europa; cada uno de los emergentes siguen siendo pequeñas economías y su poder  vendrá determinado por si deciden emplear su dinero en ser potencia  militar.
 -Pero el dominio militar ya no es el  mismo...
 -El fracaso de EE.UU. en Irak demuestra que el  mundo unilateral en que hasta ahora se manejaban ya no existe. Resurge la  situación que conocimos en los años 70 que es el enorme poder de quienes tienen  petróleo y gas y, aunque los EE.UU. libran su batalla, aquí los paganos son los  europeos que dependemos al 100%. Y el poder lo tiene Putin, que cierra el gas y  Alemania se queda a oscuras. Por esto los europeos son más sensibles a la  reducción del consumo y a las energías renovables, e insisten en el protocolo de  Kyoto. No es sólo por protección ante el cambio climático, quieren vender a  todos la conciencia de un consumo más racional pero el objetivo es geopolítico:  Europa tiene que depender menos de fuera y más de la energía que pueda  generar.
 -¿Han desordenado las tecnologías el sistema de  poder?
 -Que la gente se comunique por  otros canales, se presente en blogs y cree su espacio propios en internet, les  da un poder enorme como trabajadores o como consumidores y las empresas tienen  que adaptarse. Cualquier cosa que suceda, un niño contratado en un taller de  Nike en cualquier rincón del globo, desencadena una campaña y daña la imagen  empresarial. Esto ha cambiado a Nike, que gasta gran cantidad de dinero en  supervisar que nada así pueda producirse en ninguno de sus talleres  subcontratados, porque hoy una cadena de consumidores ofendidos puede montar un  boicot en cuestión de segundos. Esto da a los clientes un poder  tremendo.
 -¿Podemos seguir en nuestra balsa  de aceite de oliva?
 -Cuando me preguntan sobre competitividad,  explico que los españoles se comportarían bien en el caso de que fueran árboles.  Uno crece en Olot, se educa en Olot, a lo sumo va a Barcelona a la universidad,  se casa con una chica de la pandilla de Olot, propietaria de una farmacia en  Olot y tienen niños olotinos que siguen la tradición. Es el programa perfecto  para un árbol: produce un nuevo fruto que madura y cae y nace la nueva planta al  lado. Pero es un problema cultural en un mundo global y competitivo, porque este  chico podría ser un gran petroquímico en Tarragona en vez de acabar aburrido en  un banco de Olot. Esta tara la multiplicas por 40 millones de españoles o 450  millones de europeos y ves que hay un grave problema. En el sur de Europa hay un  problema de legislación laboral pero también de mentalidad. Hay una falta de  flexibilidad para cambiar de lugar, pero incluso para cambiar de sector: muchos  se quedan en el paro antes de irse a otro sector. La gente todavía cree que la  universidad es una formación profesional y eso no pasa en Estados Unidos; una  cosa es tener cultura y otra es el trabajo.
 -¿Por qué debería uno trabajar  mejor?
 -Nada hay que invite a ello, la falta de  meritocracia es otro gran problema. El igualitarismo es otra obsesión: todos  tenemos que cobrar lo mismo. ¡Todos sabemos que el que trabaja más, produce  mejor, le irá bien y ganará más! ¿Qué hipocresía es ésta entonces? Sólo lo  aceptamos en los sectores de mayor nivel, en el fútbol nadie cuestiona que cobre  más Ronaldinho que otro jugador cualquiera, porque si no, se va ¡Pero igual  tendría irse el médico si no le pagan mejor! Esto indica lo mal que está el  país, que nos importa más que el fútbol sea mejor y más competitivo que la  sanidad. Así que nuestra sanidad, nuestra ciencia y educación están condenados a  jugar en segunda, como al contrario le pasa al fútbol sueco.
 -Los escandinavos, tan sociales, se han puesto  a la cabeza de Europa en innovación...
 -Hace 15 años estaban como nosotros o peor,  pero el hundimiento de la URSS les obligó a una brutal cura en vivo de realidad.  En España la pérdida de competitividad es una muerte lenta, mientras nos  repetimos que todo va bien; si viniera una catástrofe como a ellos, tendríamos  que reaccionar con reformas de verdad.
Saludos cordiales
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
CONSULTAJURIDICACHILE.BLOGSPOT.COM
Renato Sánchez 3586 dep 10
Santiago, Chile
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