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        | Don Ernesto        
 
 Señor        Director:
 
 Don Ernesto Ayala Oliva luchó toda su vida, con        inteligencia y pasión, por todas las causas que estimó justas. No transó        nunca con el error. Actuó siempre con la verdad por delante. Era enemigo        total de los rumores. Hombre recto e intachable, en él siempre el sí era        sí y el no era no.
 
 Exigente y bondadoso a la vez, no vacilaba en        corregir cuando correspondía y dar un buen consejo cuando lo estimaba        pertinente. Esto permitió aprender muchas cosas de él.
 
 Caballero        por excelencia, cuidaba mucho los detalles en el trato, a la vez que era        bravo defendiendo sus principios y valores. Se jugó en la defensa de su        querida Papelera para que no fuera estatizada, y fue líder indiscutido en        el establecimiento de un sistema económico basado en la libertad de las        personas y en la empresa privada. Su espíritu luchador y estilo austero        marcaron durante a lo menos 20 años la marcha de la Sociedad de Fomento        Fabril. Gran líder de empresarios. Sin él, las reuniones del Consejo        General no serán nunca las mismas.
 
 Don Ernesto quería de verdad a        los trabajadores, a la gente sencilla, con quienes se comunicaba de una        manera extraordinaria. Se preocupó por sus familias, siempre con acciones        concretas, como los programas de viviendas y de educación, que con mucho        éxito impulsó e implementó. Enseñó a querer a todos los que trabajan        cerca, y especialmente a respetar a los dirigentes        sindicales.
 
 Riguroso en el pensar, como buen ingeniero, se interesó        por todo y mucho le gustaba explicar lo que sabía. Buen conversador.        Verdadero amigo y consejero. Su mayor orgullo era su familia y,        especialmente, su querida Adriana. Con admiración lo vimos luchar        incansablemente por la vida de un hijo en Estados Unidos.
 
 Su        carácter fuerte daba confianza, nunca temor. Su férrea voluntad y su        espíritu de hombre de mar lo llevaron a emprender cientos de iniciativas.        Una poco conocida fue la creación y presidencia por largos años del primer        banco para mini-empresarios.
 
 Su corazón generoso y desgastado, tras        tanto caminar, terminó finalmente por detenerse. Fue la última de sus        tantas batallas.
 
 Fernando Agüero G.
 Me adhiero a las        expresiones de Fernando Aguero.Le conocí a don Ernersto y me motivó en la        lucha gremial de los productoresde frutas. Sentido pésame a su        familia y miles de amigos del mundo        empresarial.
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  Saludos
Rodrigo González  Fernández
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