«La agricultura necesita la biodiversidad, y al revés, para que haya biodiversidad se precisan agricultores».
El nuevo plan rural impulsa la agricultura rentable, los bosques y las pymes en los pueblos
Lo aprobó ayer la Comisión Europea y destina 1.188 millones de euros hasta 2013 a modernizar el campo y mantener la población rural El Programa de Desarrollo Rural aplicará el fondo europeo Feader
24.04.08 -
Una agricultura más rentable y moderna, respeto al medio ambiente y, en especial, a los bosques, y búsqueda de nuevos recursos económicos en los pueblos, basados en pequeñas empresas como las turísticas, son las líneas principales del Programa De Desarrollo Rural de Extremadura 2007-2013.
Lo aprobó ayer la Comisión Europea y está dotado con 1.188,3 millones de euros en financiación pública, pero cuenta con movilizar otros 641 millones de la iniciativa privada.
El programa trata de conciliar la actividad agraria con el respeto al medio natural, y sus redactores creen que finalmente se ha llegado a un compromiso entre todas las partes para asegurar un futuro a los habitantes del campo y que los pequeños núcleos de población no se despueblen.
Aunque está destinado a las zonas rurales, el plan prácticamente engloba toda Extremadura porque el 98% de la región cumple el criterio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), aplicado por la Unión Europea para distinguir lo rural, de tener una densidad de población inferior a 150 habitantes por kilómetro cuadrado. Extremadura presenta una densidad de 26,5 habitantes por kilómetro cuadrado.
Aplicando una definición mas ajustada a nuestro territorio, la Junta de Extremadura considera que seis de cada diez extremeños viven en el medio rural.
La nueva política europea de fondos de desarrollo ha 'alumbrado' el gran concepto de 'desarrollo rural', que aúna la agricultura con el medio ambiente, y se cobija bajo el fondo económico bautizado como Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader).
Ha heredado el presupuesto agrario que antes se dedicaba a modernizar la producción en el campo (Feoga-Orientación), y dedicará 7.214 millones de euros a España hasta el año 2013.
Los 1.188 millones de euros asignados a Extremadura se dedican a tres apartados de actuación: la mejora de la competitividad agraria, la del medio ambiente, y la elevación en la calidad de vida y la economía en los pueblos.
La agricultura y la ganadería copan la mayor parte del Programa de Desarrollo Rural. «A ellos van destinadas la mayor parte de las medidas», señala Francisco Pérez Urban, secretario general de Desarrollo Rural en la Consejería de Agricultura. Este apartado recibe una aportación pública de 577,7 millones de euros.
Pero «agricultores y ganaderos deben empezar a tener una visión distinta». No sólo la clásica de producir alimentos sino la de conservadora del medio ambiente: la Unión Europea conoce que los del campo son los que mejor saben mantenerlo, y está dispuesta a pagarles por ello.
Nueva agricultura
Los agricultores se ven abocados también a pensar en nuevos tipos de empresas y asumir su papel en el progreso económico de los pueblos, añade Urban.
Entre otras acciones, el apartado de la mejora de la competitividad agraria incluye la formación de los profesionales, el relevo de generaciones con la jubilación anticipada e instalación de jóvenes agricultores, y la implantación de empresas asesoras para la modernización de la actividad (la Junta de Extremadura pagará ese trabajo). También las inversiones en modernización de explotaciones (ahorro de agua), fondos económicos para bosques, producción ecológica y denominaciones de origen, etc.
Estas acciones de nueva agricultura consumen 48 de cada 100 euros incluidos en el programa regional de desarrollo rural.
La segunda gran línea de actuación del plan es la mejora del medio ambiente, con 463,2 millones de euros.
Dos que se necesitan
Guillermo Crespo, director general del Medio Natural en la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente, cree que el programa cumple las aspiraciones de los agricultores pero también las necesidades de la naturaleza. «La agricultura necesita la biodiversidad, y al revés, para que haya biodiversidad se precisan agricultores».
Este segundo apartado pretende una producción agraria sostenible y, en particular, «la recuperación de nuestro potencial forestal».
Entre las medidas figuran las indemnizaciones a los agricultores afectados por la las dificultades del trabajo en zonas de montaña; ayudas agroambientales (por una producción natural de alimentos tradicionales y de calidad), y la conservación y desarrollo de la red de espacios protegidos Natura 2000.
Pero el apartado de mejora del medio ambiente contiene en especial varias medidas para la recuperación del potencial forestal mediante la repoblación con árboles de zonas agrarias y no agrarias. Los bosques, argumenta el programa, frenan el cambio climático y previenen riesgos naturales. Además pueden contribuir con la biomasa, según la Unión Europea, a que se consuman menos energías no renovables.
La política en desarrollo rural hasta ahora recaía en gran manera en los grupos de acción local (surgidos de los programas Leader y Proder), que seguirán teniendo todo el protagonismo en el tercer y último apartado que es la mejora en la calidad de vida y economía de las zonas rurales. Va dotado con 145 millones de euros.
Cada grupo de acción comarcal, y hay 24 seleccionados, aplicarán en su territorio esas medidas de creación de empresas, formación, implantación de las tecnologías de información y comunicación.
En este eje se incluyen acciones como la diversificación hacia actividades no agrícolas; creación y crecimiento de microempresas y el autoempleo, sobre todo, en jóvenes y mujeres; fomento de actividades turísticas; conservación y mejora del patrimonio rural, y la promoción de las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
Financiación
De los 1.188,3 millones de euros de aportación pública a este Programa de Desarrollo Rural, 779,8 millones de euros los pone la Comisión Europea, 214,7 millones los aporta el Gobierno nacional y 193,8 millones los da la Junta de Extremadura.
La aportación privada, 641 millones de euros, está prevista casi exclusivamente en el apartado agrario.
Lo aprobó ayer la Comisión Europea y está dotado con 1.188,3 millones de euros en financiación pública, pero cuenta con movilizar otros 641 millones de la iniciativa privada.
El programa trata de conciliar la actividad agraria con el respeto al medio natural, y sus redactores creen que finalmente se ha llegado a un compromiso entre todas las partes para asegurar un futuro a los habitantes del campo y que los pequeños núcleos de población no se despueblen.
Aunque está destinado a las zonas rurales, el plan prácticamente engloba toda Extremadura porque el 98% de la región cumple el criterio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), aplicado por la Unión Europea para distinguir lo rural, de tener una densidad de población inferior a 150 habitantes por kilómetro cuadrado. Extremadura presenta una densidad de 26,5 habitantes por kilómetro cuadrado.
Aplicando una definición mas ajustada a nuestro territorio, la Junta de Extremadura considera que seis de cada diez extremeños viven en el medio rural.
La nueva política europea de fondos de desarrollo ha 'alumbrado' el gran concepto de 'desarrollo rural', que aúna la agricultura con el medio ambiente, y se cobija bajo el fondo económico bautizado como Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader).
Ha heredado el presupuesto agrario que antes se dedicaba a modernizar la producción en el campo (Feoga-Orientación), y dedicará 7.214 millones de euros a España hasta el año 2013.
Los 1.188 millones de euros asignados a Extremadura se dedican a tres apartados de actuación: la mejora de la competitividad agraria, la del medio ambiente, y la elevación en la calidad de vida y la economía en los pueblos.
La agricultura y la ganadería copan la mayor parte del Programa de Desarrollo Rural. «A ellos van destinadas la mayor parte de las medidas», señala Francisco Pérez Urban, secretario general de Desarrollo Rural en la Consejería de Agricultura. Este apartado recibe una aportación pública de 577,7 millones de euros.
Pero «agricultores y ganaderos deben empezar a tener una visión distinta». No sólo la clásica de producir alimentos sino la de conservadora del medio ambiente: la Unión Europea conoce que los del campo son los que mejor saben mantenerlo, y está dispuesta a pagarles por ello.
Nueva agricultura
Los agricultores se ven abocados también a pensar en nuevos tipos de empresas y asumir su papel en el progreso económico de los pueblos, añade Urban.
Entre otras acciones, el apartado de la mejora de la competitividad agraria incluye la formación de los profesionales, el relevo de generaciones con la jubilación anticipada e instalación de jóvenes agricultores, y la implantación de empresas asesoras para la modernización de la actividad (la Junta de Extremadura pagará ese trabajo). También las inversiones en modernización de explotaciones (ahorro de agua), fondos económicos para bosques, producción ecológica y denominaciones de origen, etc.
Estas acciones de nueva agricultura consumen 48 de cada 100 euros incluidos en el programa regional de desarrollo rural.
La segunda gran línea de actuación del plan es la mejora del medio ambiente, con 463,2 millones de euros.
Dos que se necesitan
Guillermo Crespo, director general del Medio Natural en la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente, cree que el programa cumple las aspiraciones de los agricultores pero también las necesidades de la naturaleza. «La agricultura necesita la biodiversidad, y al revés, para que haya biodiversidad se precisan agricultores».
Este segundo apartado pretende una producción agraria sostenible y, en particular, «la recuperación de nuestro potencial forestal».
Entre las medidas figuran las indemnizaciones a los agricultores afectados por la las dificultades del trabajo en zonas de montaña; ayudas agroambientales (por una producción natural de alimentos tradicionales y de calidad), y la conservación y desarrollo de la red de espacios protegidos Natura 2000.
Pero el apartado de mejora del medio ambiente contiene en especial varias medidas para la recuperación del potencial forestal mediante la repoblación con árboles de zonas agrarias y no agrarias. Los bosques, argumenta el programa, frenan el cambio climático y previenen riesgos naturales. Además pueden contribuir con la biomasa, según la Unión Europea, a que se consuman menos energías no renovables.
La política en desarrollo rural hasta ahora recaía en gran manera en los grupos de acción local (surgidos de los programas Leader y Proder), que seguirán teniendo todo el protagonismo en el tercer y último apartado que es la mejora en la calidad de vida y economía de las zonas rurales. Va dotado con 145 millones de euros.
Cada grupo de acción comarcal, y hay 24 seleccionados, aplicarán en su territorio esas medidas de creación de empresas, formación, implantación de las tecnologías de información y comunicación.
En este eje se incluyen acciones como la diversificación hacia actividades no agrícolas; creación y crecimiento de microempresas y el autoempleo, sobre todo, en jóvenes y mujeres; fomento de actividades turísticas; conservación y mejora del patrimonio rural, y la promoción de las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
Financiación
De los 1.188,3 millones de euros de aportación pública a este Programa de Desarrollo Rural, 779,8 millones de euros los pone la Comisión Europea, 214,7 millones los aporta el Gobierno nacional y 193,8 millones los da la Junta de Extremadura.
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Consulten, opinen y escriban
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
www.Consultajuridicachile.blogspot.com
www.lobbyingchile.blogspot.com
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www.biocombustibles.blogspot.com
Renato Sánchez 3586
teléfono: 5839786
e-mail rogofe47@mi.cl
Santiago-Chile
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