ANTES HAY QUE INTERNALIZAR LO QUE UNA EMPRESA DE SERVICIOS ES:
Urenda Baraona Abogados: Crónica de una fusión fallida
Carla Sánchez Mutis
La fusión de los estudios Urenda, Rencoret, Orrego y Dörr con Baraona Marré fue anunciada con bombos y platillos. Igual que la de Falabella y D&S. Y esa no es la única coincidencia: ambas fueron avisadas el 17 de mayo de 2007 y ambas fracasaron.
"Pololearon" un tiempo, alcanzaron a "casarse" por el civil, pero el matrimonio no se consumó, es el resumen que hacen en el mercado.
"Siempre hemos sido muy amigos de Juan Manuel Baraona y de Agustín Marré, quien incluso había trabajado aquí antes de formar su estudio. Nosotros queríamos reforzar el área tributaria", cuenta Juan Carlos Dörr.
Venían trabajando hace 10 meses en la fusión, armaron su página web bajo el nombre Urenda Baraona Abogados, pero nunca trabajaron físicamente bajo un mismo techo. Hasta que el viernes pasado, los abogados de Urenda se enteraron por un escueto mail que la fusión había fracasado. "Estas cosas pasan. Fusionar dos estudios no es fusionar máquinas", explica Dörr.
No es primera vez que Urenda, Rencoret, Orrego y Dörr busca una alianza. Hace 5 años comenzaron una "amistad" con el estudio de Davor Harasic, con quien, según dicen, compartían causas comunes. Pero el año pasado, la asociación se diluyó.
Max Spiess, socio de Baraona Marré fue el único que alcanzó a trasladarse a las oficinas de Urenda, ubicadas en Avenida Andrés Bello. Ya se habían realizado los trámites legales y la fusión se había firmado a fines del año pasado. Pero todo se derrumbó. "Llegamos a la conclusión de que mejor siguiéramos tan amigos como antes, pero separados", dice Dörr. "Nos dimos cuenta que funcionábamos bien separadamente y no vimos la necesidad de tener que integrarnos físicamente", argumenta Spiess.
En el mercado comentan que una de las razones para echar pie atrás a la fusión fue que existían dos culturas de trabajo muy distintas. Una más agresiva y moderna (Baraona Marré Abogados) y otra muy apegada a la cultura tradicional (Urenda, Rencoret, Orrego, Dörr)
En ambos estudios desmienten cualquier tipo de conflicto. Todo lo contrario. "Para lo que sirvió la fusión fue para crear lazos de amistad que quizás antes no teníamos, porque no habíamos convivido físicamente juntos… Esto va a permitir que tengamos mucha más interacción de trabajo mancomunado, porque tenemos áreas de expertise muy complementarias" argumenta Spiess.
"Absolutamente ningún conflicto. Seguimos con la relación profesional y de amistad", agrega Dörr, quien entre risas pregunta "¿Cuántos pololeos hay que no terminan en matrimonio?"
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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